Daniel Pi
@Bastionboxeo

Aunque la amplitud de las cartulinas (doble 119-107 y 118-108) de los jueces parece indicar que Khalid Yafai (22-0, 14 KO) se impuso por decisión unánime con mucha sencillez en su primera defensa voluntaria del cinturón mundial WBA del peso supermosca, en realidad el encuentro fue realmente exigente para el británico de origen yemení, que por momentos llegó a sufrir apuros ante el incansable y sumamente resistente Suguru Muranaka (25-3-1, 8 KO).

En el inicio, Yafai utilizó de forma excelente su gancho de izquierda arriba y abajo, al ataque o al contragolpe, a la vez que se mantenía ágil de piernas, por lo que los asaltos cayeron de su lado con bastante claridad a pesar del apreciable esfuerzo que el japonés realizaba. Además, al impactar Yafai un uno-dos en el segundo asalto, Muranaka resbaló, apoyando su rodilla derecha sobre la lona y recibiendo por ello la cuenta del árbitro. Así, al alcanzarse el quinto asalto la victoria del local a los puntos era casi un hecho, si bien Muranaka no se rindió, siguió presionando, cada vez con más intensidad, y llegó con algunas fuertes derechas aisladas.

Puede que por un error táctico, por el deseo de dar espectáculo en el lleno Barclaycard Arena de su Birmingham natal o porque vio que su desplazamiento no era ya suficientemente veloz, Yafai desde la mitad de la contienda aceptó equivocadamente intercambiar puños en la distancia corta con su rocoso oponente, que así tuvo la oportunidad que necesitaba.

En los continuos cruces de golpes que se produjeron, la potencia, claridad y precisión de Yafai resultaron clave pero, aunque repetidas veces estremeció a su oponente con directos y ganchos, Muranaka, que cuenta con un encaje verdaderamente extraordinario, siguió delante de él lanzando series de curvos sin disminuir su ritmo. Al contrario, fue el local quien empezó a dar signos claros de cansancio en el octavo asalto, momento en el que perdió un punto por reiteración en los golpes bajos.

Los momentos más críticos para Yafai llegaron en el undécimo episodio, en el que quedó tocado tras un gancho de mano adelantada seguido por una combinación, aunque mostró capacidad de respuesta y contraatacó con mucha potencia. Finalmente, tras un intenso duodécimo asalto, el enfrentamiento alcanzó la lectura de cartulinas, que fueron excesivas, ya que el doble 119-107 indica que, valorando el descuento de un punto a Yafai, dos de los jueces no le dieron ni un solo asalto al japonés, algo claramente injusto.

En cualquier caso, la victoria de Yafai fue merecida, aunque “Kal” no estuvo cerca del brillo que buscaba ante su público ni de la solidez que mostró ante Luis Concepción. Y es que su uso del jab fue a todas luces insuficiente, su variedad de golpeo no fue la mejor y se vio lastrado por el cansancio, cosa que resulta en parte comprensible teniendo en cuenta lo valiente, tenaz y agresivo que boxeó Muranaka, que puede estar orgulloso de su actuación no sólo por encajar durísimos puños y seguir atacando, sino por encontrar los huecos en la buena defensa del británico. Sea como sea, Yafai todavía no está listo para, como pretende, buscar un enfrentamiento contra Inoue, “Chocolatito”, Estrada u otro gran nombre de la división supermosca, teniendo que ensanchar antes su bagaje y aprender de los errores cometidos ante Muranaka. Por ello, quizás, lo mejor para su trayectoria sería que en su siguiente subida a un ring en otoño afrontase su defensa obligatoria ante Sho Ishida, invicto y joven púgil que puede resultar una gran preparación para encarar sus ambiciosos objetivos.