Darío Pérez
@Ringsider2020

El Manchester Arena alojó una gala organizada por Boxxer y con varias interesantes peleas, capitaneadas por dos viejos rockeros británicos como Amir Khan y Kell Brook.

Los pesos wélter Amir Khan (34-6, 21 KO) y Kell Brook (40-3, 28 KO) se vieron, años después de lo debido, las caras, con un trepidante inicio, incorporando un enorme sentido trágico a cada acción desde el inicio de las hostilidades y con Brook haciendo daño desde el primer asalto a su adversario, siguiendo con el mayor rédito en los siguientes asaltos. Todos los que hemos seguido a Amir Khan recordábamos por un lado su mandíbula de poco aguante y, en contadas ocasiones, su maravillosa técnica cuando conseguía combinar en el rostro de Brook. Y el pleito continuó hasta que tanto castigo de uno a otro llevó al árbitro a parar las acciones en el sexto asalto, lo que supuso también concluir con más de una década de cuentas pendientes entre ambos. Lo que son varios garrotazos, que acaban en un abrazo que nadie habría vaticinado hace pocas horas.

La parte femenina la puso el vacante mundial WBO superwélter, entre la veterana local Tasha Jonas (11-2-1, 8 KO) y la curtida uruguaya Chris Namus (25-7, 8 KO). Jonas derribó de manera terrible a la hispana en el primer asalto, y de nuevo en el segundo, parando el árbitro, el horrible Howard Foster, las hostilidades sin dejar que Namus pudiera reponerse tras el segundo derribo.

Además, vimos el campeonato inglés supermedio en el que el campeón Charlie Schofield (17-2, 1 KO) cedió su trono a Germaine Brown (12-0, 3 KO) en una pelea de enorme superioridad por parte del retador, con puntuaciones de 98-92, 98-92 y 99-92. Y asistimos al debut del medallista olímpico en París 2020 y pupilo del español Ángel Fernández Frazer Clarke (1-0, 1 KO) ante Jake Darnell (0-1) otro novato. Ganó Clarke en el primer asalto tras un aluvión de golpes, mostrando estar preparado para citas mayores.