El japonés Kazuto Ioka (28-2, 15 KO) conservó su título mundial WBO supermosca esta mañana en Japón, en su ya tradicional cita con el último día del año.

Ioka venció al aspirante Rioji Fukunaga (15-5, 14 KO) en una pelea que no le resultó nada fácil, porque el nipón arrancó con mucha voluntad de ser la última sorpresa en un año que no ha sido escaso en ellas. Ritmo alto y mucha actividad por parte del espigado retador fue lo que provocó que el campeón no estuviera a gusto en los asaltos iniciales, aunque poco a poco fue imponiendo su técnica y su mayor experiencia en combates de élite.

El cansancio de Fukunaga provocó además que este fuera menos fogoso y preciso desde la mitad de los doce episodios pactados, anotándose Ioka asaltos claros como el séptimo, donde su oponente pasó los mayores apuros de la tarde japonesa. Con mayor vigor de Ioka, pero sin perderle la cara a la pelea el aspirante, se consumió el tiempo, intentando Fukunaga un ataque final en el duodécimo asalto también baldío.

Los jueces dictaminaron decisión unánime a favor de Kazuto Ioka con puntuaciones de 116-112, 115-113 y 118-110, bochornosa en un año que termina que nos ha acostumbrado a ver que uno de cada tres jueces en peleas importantes presenta problemas oculares severos, se ha equivocado de deporte o le pesa más de la cuenta la cartera al salir de la gala.