Darío Pérez
@Ringsider2020

La irlandesa Katie Taylor (17-0, 6 KO) retuvo sus cuatro cinturones WBC-WBA-IBF-WBO del peso ligero al derrotar a la española Miriam Gutiérrez, (13-1, 5 KO) por puntos claramente en decisión unánime de los jueces.

Taylor fue superior a lo largo de la pelea, pero la española demostró casta y aguantó la superioridad con valentía a pesar de caer en el cuarto asalto.

Eran las 23:56 en España cuando David Diamante pronunciaba su célebre «The Fight Starts Now» (la pelea empieza ahora).
Sonaba la campana para iniciarse el esperado combate entre la campeonísima Katie Taylor y nuestra Reina, Miriam Gutiérrez.

Taylor salió a por todas, intentando arrollar a la española, llevándola a la esquina desde el primer instante en una embestida que Miriam aguantó con firmeza para igualar las fuerzas según avanzaba el asalto. Se fue soltando la madrileña en el segundo asalto, viendo que la soberbia boxeadora que tenía enfrente estaba hecha, como ella, de carne y hueso. La salida de Taylor en el tercer asalto fue un aluvión de golpes que llegó a Miriam con dos manos claras, especialmente una izquierda según salían de distancia, y la española pasó los primeros apuros serios del combate; tirando, sin embargo, de inteligencia y veteranía, logró salir de la esquina para resistir y acabar el asalto sin mayores problemas.

El final del cuarto asalto dio con Miriam Gutiérrez en la lona, con otra combinación tremenda de Taylor; la española intentaba compensar con carácter y pundonor la asombrosa velocidad de manos y piernas de la irlandesa que, consciente del daño perpetrado a nuestra compatriota, afrontó el quinto asalto nuevamente con ganas de finalizar la contienda.

La Reina, con un buen desempeño defensivo, superó el round sin problemas y llegó al ecuador de los diez asaltos convenidos. El vendaval que tenía enfrente, en cualquier caso, era temible, y parecía en ocasiones aquel famoso anuncio del conejo y las pilas, lanzando manos por doquier en cualquier trayectoria imaginable.

Cualquier otra boxeadora habría sido noqueada a estas alturas de la pelea, pero el coraje de Miriam llegaba, en ocasiones, incluso a sorprender a Taylor. La de Torrejón se encontraba ya hacia el séptimo u octavo asalto con una diabólica disyuntiva: necesitaba noquear a Taylor para ganar, pero ya había probado la medicina de la de Bray en la corta distancia y buscar el KO podría ser un suicidio deportivo. Miriam no se dejaba nada en el depósito, buscaba los intercambios sabiendo lo que tenía a medio metro de distancia y dejaba al caballo de Espartero a la altura del betún en lo que a denuedo se refiere.

Décimo y último asalto, dieciocho minutos en la mochila y dos por delante para buscar tumbar a la boxeadora de Matchroom, una empresa que se demostró imposible para Miriam, que merece todo nuestro aplauso por el combate realizado.

La decisión final de los jueces no dejó lugar a dudas: Katie Taylor sigue siendo campeona unificada de los cuatro organismos con unas cartulinas de 100-89, 100-90 y 99-91.