José Manuel Moreno
@josemorenoco

El japonés Tomoki «Mexicanito» Kameda (31-0, 19 KO) retuvo su corona mundial del peso gallo de la WBO ante el mexicano Alejandro «Payasito» Hernández (28-11-2, 15 KO), tras vencer por decisión dividida. Dos jueces vieron ganador al nipón por 115-113 y el tercero, dio idéntico y ajustado tanteo, pero en favor del aspirante. Sin duda, esta pelea celebrada en el UIC Pavilion de Chicago es ya candidata a pelea más reñida e igualada del año. Pudo ganar cualquiera, y no hubiera sido injusto que lo hubiera hecho el perdedor, así como un match nulo también habría sido perfectamente ajustado a lo visto en la capital del estado de Illinois. Hernández justificó su presencia en un campeonato del mundo, terminando el combate con la cara menos dañada que su joven rival. Unos primeros asaltos equilibrados con Hernández manejando bien el jab y adjudicándose los primeros rounds, dieron paso a una fase intermedia de la pelea con dominio del japonés, que tuvo sus mejores momentos hasta el noveno asalto. Ahí se embolsó muchos puntos. Pero habiendo un mexicano encima de un ring… Una vez más, se repitió esa máxima y en los últimos asaltos, el aspirante apretó el acelerador, se la jugó el todo por el todo, ambos golpe por golpe y dio paso a una emocionante e incierta lectura de las cartulinas, que dieron el veredicto de «DD» para el boxeador de 23 años, natural de Japón, en la pelea más difícil de su carrera, pero que ha realizado buena parte de su carrera en México, de ahí su apodo. En definitiva, que una revancha no sería mal vista por ninguna de las partes.