Daniel Pi
@Bastionboxeo

Desde que Román «Chocolatito» González realizó su cuarta defensa ante McWilliams Arroyo, en abril de 2016, el cinturón mundial WBC del peso mosca no ha vuelto a ser puesto en juego, ya que el nicaragüense no dejó vacante este título de manera oficial hasta septiembre. Finalmente, este sábado, en el Nimibutr Stadium (parte del National Stadium) de Bangkok, Tailandia, el local Nawaphon Kaikanha (en la foto) y el mexicano Juan Hernández combatirán por el cinto sin dueño y por convertirse en una de las figuras más destacables del peso mosca, que en pocos meses ha perdido mucha importancia en beneficio de la categoría inmediatamente superior, el peso supermosca.

Hasta ahora, Kaikanha (36-0, 28 KO) no ha mostrado nada demasiado especial, limitándose a acumular triunfos sobre rivales modestos y a defender numerosas veces un título menor WBC hasta que, seis años después de su debut y tras más de treinta victorias, ha alcanzado el primer puesto del ranking y esta oportunidad mundialista. Por ello, siendo los nombres más reconocibles de su récord los asequibles filipinos Crison Omayao y Mateo Handig, se puede apreciar rápidamente que no ha hecho méritos suficientes para disputar este duelo. Además su boxeo es muy limitado técnicamente, basado casi exclusivamente en una corta pero potente derecha y en combinaciones de hooks en el combate sin espacios.

Todo lo contrario es lo que se puede decir de «Churritos» Hernández (33-2, 24 KO), un boxeador que ha basado en sus esfuerzos y en sus enormes cualidades su acceso al campeonato. Y es que el mexicano ha vencido a púgiles del nivel de Denver Cuello, Moisés Fuentes, Saúl Juárez, Ramón García o Jesús Silvestre, sumando en once años una única derrota, a los puntos, en Japón y ante Kazuto Ioka. Si sus triunfos no fuesen suficientes, Hernández ha logrado alcanzar un nivel boxístico sensacional, entre los mejores de las divisiones más ligeras, mostrando tanta agilidad como potencia, con brillantes esquivas y variados detalles de calidad junto a una temible efectividad.

Así, sumando sus últimas cinco victorias antes del límite y sin pasar del quinto round, Hernández parece claro favorito para imponerse a un Kaikanha que está muchos niveles por debajo en aptitudes y experiencia, aunque peleando como visitante, en la difícil Tailandia y ante un boxeador con pegada, muy rocoso y que suele ir de menos a más, el riesgo para el mexicano no dejará de ser elevado, sobre todo si comete el error de aceptar una pelea de intercambios.