Darío Pérez
@ringsider2020

Kiko Martínez (43-11-2, 30 KO) realiza este sábado en el First Direct Arena de Leeds (Reino Unido) la primera defensa del título mundial IBF pluma el inglés Josh Warrington (31-1-1, 8 KO), en velada que organizó Matchroom Boxing.

Como se preveía, Josh Warrington, que debería ir al registro civil a cambiarse el apellido a Guarrinton, entró con la cabeza desde el inicio tal como hizo contra Mauricio Lara y abrió a Kiko con un testarazo en el primer asalto, tras el que derribó al nuestro, entre sorprendido y enfadado. Siguió el local usando el antebrazo y la cabeza para desesperación de un campeón desbordado, con la permisividad de un árbitro de su misma nacionalidad, ante el ilicitano, que quería encontrar su ritmo quitándose golpes. En el tercer round por fin entró Martínez en la contienda, evitando las cuerdas y mostrándose más asertivo en su boxeo, para sufrir nuevos cabezazos en el cuarto ante las mismísimas narices del árbitro Marcus McDonnell, o bien inútil o bien corrupto. Warrington trabajaba bien, ante el resquebrajado español, con manos rectas y combinaciones astutas que mantenían a Martínez lejos de él.

Hasta tres cortes presentaba Martínez, al menos aparentes, a la mitad de los doce episodios pactados, con una intolerable actuación de Warrington y un árbitro totalmente desvergonzado permitiendo que un púgil desfigurase el rostro al otro; casualmente, el de casa, y con antecedentes por haber hecho lo mismo en su combate anterior. En el séptimo asalto, el árbitro paró la pelea en la enésima combinación de Warrington, culminando la encerrona sufrida por nuestro eterno campeón, Kiko Martínez.

Con anterioridad, Maxi Hughes (25-5-2, 5 KO) venció por puntos a Ryan Walsh (27-4-2, 12 KO). Hugues fue imponiendo paulatinamente su mejor boxeo y variedad de golpes frente a un corajudo oponente al que sus armas no le fueron suficiente como para contrarrestar al ganador. Walsh no pudo, o no supo, hacer algo especial para poder superar la distancia entre ambos, y por ello Maxi Hughes venció por decisión unánime a ojos de los jueces por 120-108, 119-109 y 118-110.

En boxeo femenino, el mundial gallo IBF entre la campeona argentina María Cecilia Román (16-6-1, 0 KO) y la aspirante australiana Ebanie Bridges (8-1, 3 KO), terminó con la victoria de Bridges. La australiana comenzó muy activa en los primeros asaltos, prevaleciendo la corta distancia. La hispanoamericana se fue poniendo en marcha en los capítulos centrales, conectando bien en algún cruce de manos, pero sin combinar con eficacia en el rostro de la retadora.  Bridges no acusó el esfuerzo, como quizá pensó la argentina, y llegó al final de las hostilidades pletórica, además de ser un pleito bonito de ver para el espectador con asaltos preciosos como el noveno. Finalizaron los diez reglamentarios, los jueces vieron 100-91 (infame), 97-93 y 97-93 para la nueva campeona Bridges.

Previamente, la australiana Skye Nicolson (2-0, 0 KO) ganó con amplitud a los puntos a la inglesa Bec Connolly (3-12, 0 KO) por 60-54.

Además, el prometedor superligero Dalton Smith (10-0, 8 KO) batió al irlandés Ray Moylette (12-2, 5 KO). Smith llevaba relativamente bien el pleito hasta que, en el séptimo asalto, una combinación tremenda derribó a un Moylette que necesitó de unos minutos para recuperarse; hubo, sin embargo, el «pequeño» inconveniente de que el primer golpe fue claramente bajo, lo que le provocó dos puntos de amonestación a Smith. De nuevo este golpeó en zona fronteriza a Moylette en el octavo round, rozando la descalificación. Ya cuando se acercaba el fin de la pelea, y con el irlandés cayendo dos veces a la lona, la esquina de Moylette paró la pelea con buen criterio preventivo, ya que su deportista, con la cara muy entumecida, estaba recibiendo demasiado castigo. Miguel de Pablos impuso el cinturón intermedio WBC que estaba en juego a Dalton Smith.