Daniel Pi
@BastionBoxeo

En una jornada mundialista manchada por la muy controvertida victoria de Briedis y por un simulacro de defensa obligatoria WBA del peso mosca por parte de Dalakian, la nota positiva pudo ser que un boxeador que ha dado positivo en control antidopaje y que nunca ha mostrado arrepentimiento por ello no lograse un cinturón mundial, aunque estuvo cerca de conseguirlo en una pelea sumamente deslucida. Y es que en la noche del sábado, en el First Direct Arena de Leeds (Reino Unido), el campeón mundial IBF del peso pluma Josh Warrington (29-0, 6 KO) sólo logró defender por decisión dividida su corona ante un Kid Galahad (26-1, 15 KO) que finalmente no consiguió su pretendida “redención”.

Las puntuaciones fueron de 116-113 y 115-112, ambas a favor de Warrington, y de 113-115 favorable a Galahad, siendo la pelea de difícil lectura y con muchos asaltos igualados que podían ir a uno u otro lado. No obstante, el volumen de trabajo de Warrington y la predilección por la lucha libre de Galahad parecen justificar el resultado final.

Así fue, puesto que, si bien en muchos momentos utilizó excelentes esquivas y aisladísimos pero afilados contragolpes en directo, Galahad recurrió en un número atrozmente alto a los agarres, pretendiendo con ellos detener el constante empuje de un Warrington al que le gusta presionar con intensidad. Por ello, si el campeón quería utilizar su habitual agresividad y Galahad quería contestar siempre a ella con clinches, el combate fue durante mucho tiempo una maraña de agarrones, forcejeos y llaves de cuello que el retador no dudó en utilizar.

Es cierto que por momentos Warrington erró muchísimas manos y que en varios asaltos Galahad impactó un par de golpes que fueron los más claros del round con mucha diferencia, pero el monarca mantenía siempre evidente su voluntad de golpear con largas combinaciones, eventuales uno-dos después de que el árbitro separase a los contendientes, o con ganchos entre los agarres. En determinados rounds se puede dudar sobre si el pequeño número de contragolpes de Galahad resultó mucho más importante que las desordenadas ofensivas de un Warrington frustrado, pero por lo general quien realizó más trabajo y más constante fue el vencedor final.

Quizás el mejor resumen de la pelea lo hizo el promotor de Warrington, Frank Warren, que dijo, “Kid Galahad fue como un koala abrazando a un árbol”.

Respecto al propio Warren, éste confirmó, como se sabía, que el plan para Warrington ahora es una unificación de coronas, alegando que la preferencia es Leo Santa Cruz, siendo evidente que teniendo ambos boxeadores un valeroso estilo combativo, una gran cadencia de golpeo y un muy buen desempeño en los intercambios, podrían generar un combate trepidante que haga olvidar la decepción del Warrington-Galahad, que de ocupar un puesto en la lista de las peleas más esperadas del año en el Reino Unido ha pasado a formar parte del ranking de peores combates de la temporada en dicho país.