Daniel Pi
@BastionBoxeo

Se consideraba lo más probable que ambos boxeadores ofreciesen una muy entretenida pugna en la que el campeón mundial WBC del peso superligero José Carlos Ramírez (23-0, 16 KO)(a la izquierda en la foto) saliese con el brazo en alto, y ambas previsiones se cumplieron. Y es que en la madrugada del viernes al sábado, desde el Save Marte Arena de Fresno (Estados Unidos) y ante unos 14.000 espectadores, Ramírez derribó en dos ocasiones a un Antonio Orozco (27-1, 17 KO) lleno de coraje y ambición haciéndose con una victoria por decisión unánime en una trepidante pugna. Las cartulinas fueron de triple y excesivo 119-107, puesto que Orozco capturó al menos un par de asaltos más de lo que reflejan las tarjetas.

El aspirante salió a por todas, avanzando hacia su rival y buscando conectar sus combinaciones de ganchos, aunque Ramírez utilizó su jab y después su gancho zurdo arriba y abajo de forma muy insistente, llegando contra Orozco con mucha claridad e incluso por momentos arrebatándole la iniciativa. Tras este primer asalto intenso y lleno de cruces de golpes peligrosos, la dinámica se mantuvo, pero cada vez quedaba más claro que Ramírez era quien se estaba llevando la mejor parte, ya fuese aprovechando su ventaja en alcance para imponer un tenso jab, dando pasos laterales en los momentos oportunos o descargando su hook de mano adelantada con brutalidad ante un Orozco que no cedía, que buscaba el torso e impactaba algunos buenos contragolpes y rectos al ataque.

Alcanzado el tercer round, la pelea se enfrío un tanto, ya que ambos boxeadores pelearon más en la distancia media y larga, cosa que entonces supo aprovechar mejor Ramírez, que impactó algunos potentes directos. No obstante, ese fue sólo el preludio de la tormenta, ya que en el cuarto round el monarca se abalanzó sobre su contrincante lanzando hooks abajo y derechas, logrando con un uno-dos tumbar a Orozco. Éste se alzó y se vio hostigado por ganchos zurdos y rectos diestros en busca del desenlace, pero el retador respondió valientemente y, pese a los apuros, resistió y contragolpeó con eficacia.

Después de haber ofrecido un notable esfuerzo ofensivo, Ramírez moderó su ritmo en los siguientes tres episodios, logrando en el quinto y en el sexto hacer valer su jab, su ligeramente superior actividad y su ventaja en potencia, pero Orozco, que pronto trató de tomar la iniciativa de nuevo, mantenía la pelea igualada e incluso en el séptimo realizó buenas entradas y salidas, apoyadas con un gran uso del directo de mano adelantada y esquivas rotatorias. Sin embargo, cuando en el octavo asalto Orozco trató de atacar con sus combinaciones de ganchos, el formidable hook zurdo de Ramírez y su derecha recta lo frenaron, abriendo además la puerta a un temible gancho de izquierda al hígado que tumbó por segunda vez al aspirante.

De nuevo, Orozco tiró de tenacidad para aguantar, consiguiendo alcanzar el noveno asalto y explotar la disminución de la intensidad que experimentó el choque. Así, tuvo la osadía de presionar otra vez, conectar buenas combinaciones de directos, interrumpirlas con acertados pasos atrás e impactar espléndidos contraataques. Aun así, los golpes de poder de Ramírez, si bien salteados, lograron estremecerlo en varias ocasiones antes del final e impidieron una reacción decisiva del aspirante.

Habiendo cambiado como entrenador a Freddie Roach por Robert García tras su último combate, su coronación ante Amir Imam, existía la pregunta de cuál sería el rendimiento de Ramírez, y lo cierto es que éste fue muy similar, dado que igualmente pudo hacer valer su fortaleza física y su potencia de golpeo para romper los esquemas de su adversario y encajó sin problemas los fuertes contragolpes que sus múltiples brechas defensivas favorecen, no sabiendo quebrar definitivamente el enfrentamiento cuando su rival estaba muy afectado.

Sea como sea, Ramírez es un firme monarca en una división del peso superligero que, fuera de las World Boxing Super Series, no tiene insalvables amenazas. Por ello, si no es que el WBC le exige que cumpla su defensa obligatoria (actualmente el mejor clasificado disponible es Broner), sus planes para 2019 pasan por realizar una unificación ante el otro campeón que se ha mantenido fuera de las WBSS, el titular WBO Maurice Hooker, que se medirá antes de que termine el año a un Álex Saucedo perteneciente al igual que Ramírez a la escuadra de Top Rank y que de lograr destronar al campeón facilitaría mucho las futuras negociaciones.