Alfonso Sánchez
Foto: Manu Manuel
Magnífica velada de boxeo la que tuvo lugar el sábado en Pola de Laviana. Hubo una afluencia de público superior al millar de personas y un lleno total en el pabellón, no parecía que fuesen solo las 5 de la tarde cuando comenzó.
Caldearon el ambiente los equilibrados combates amateur con los que comenzó la velada, varios muy disputados y con resultados muy ajustados.
Minerva Gutiérrez (Asturbox) vence por puntos a Aida Arias (León)
Fran Menéndez (Asturbox) vence por puntos a Rubén Álvarez (León)
Joana Nany Suárez (Asturbox) vence por puntos a Eneritz Birinaga (País Vasco)
Arturo Beñat (Cantabria) vence por puntos a Pablo Álvarez (Kickboxing Gijón)
Oscar Montes (Powerfit) vence por puntos a Cristian Santamaría (Cantabria)
Tras un breve descanso para recuperar las energías, llegaban los combates profesionales. Comenzaron con José Fandiño “el traumatólogo”, que subió al ring con intención de hacer honor a su apodo. Frente a él, Reduan Bentalev, más corpulento que el asturiano. Salió Fandiño tranquilo, sin precipitarse para evaluar a su rival. En los treinta primeros segundos del asalto apenas tiró ningún golpe y se limitó a acortar la distancia con las piernas y amagar la entrada. Raduan entretanto, valiente y decidido, realizó un par de ataques que obligaron a Fandiño a aplicarse en defensa y salirse de las cuerdas. Fandiño trató de sorprender a Reduan con un par de boleas de derecha, que aisladas y previsibles fueron bien defendidas por el foráneo. Y fue ahí donde el boxeador asturiano se percató que el visitante estaba adelantando los codos al defender. En el siguiente ataque, con dos golpes a la cabeza obligó a Reduan a adelantar nuevamente los codos y en ese momento lo sorprendió con un hook al hígado que resonó en el pabellón y dio por terminado el combate. Ko en el primer asalto para seguir con el record inmaculado de Fandiño de 6 victorias y 6 KO. Su próximo reto en noviembre en Gijón.
Hay que destacar que al terminar este combate subió al ring José Riga y ambos se emplazaron a un próximo combate. Estaremos pendientes de esta excelente noticia.
Y tocaba lo que todo el público estaba esperando. La tensión se notaba en el ambiente en el momento de las presentaciones de los dos boxeadores que iban a realizar el Campeonato de España del Peso supermedio.
Primero el local, José Manuel Iglesias “Príncipe Punky”, supermedio de 1,97 de altura que salió al ring con cara de concentración, consciente de que era su oportunidad. El público se puso en pie y apenas se oía la gaita que estaba tocando.
Después le tocó al Campeón, Blas Miguel Martínez, que también fue aplaudido por la gente de forma respetuosa y deportiva, aunque ciertamente menos animada que su rival.
Tras la presentación y el himno, comenzaba el combate. Blas atacaba sin parar mientras Punky bloqueaba en la corta las arremetidas y respondía con potencia. Era una distancia que no interesaba al local y que le hizo perder el primer asalto. El segundo siguió con la misma tónica, con un Blas Miguel agresivo y un Iglesias que bloqueaba y cedía terreno a su rival. No había sensación de peligro para el de casa, pero era un tipo de combate que no le interesaba.
A partir de ahí las cosas comenzaron a cambiar. A pesar de continuar aceptando el combate en la corta y media distancia, el Punky comenzó a conectar series y puso en sus primeros aprietos al Campeón, anotándose el round. Y pareció que a partir de ahí también expulsó a sus fantasmas y comenzó a hacer el boxeo que le convenía. En el cuarto apareció su izquierda recta, que más que un jab parecía un misil y que en ningún momento fue capaz de quitarse Blas Miguel.
En el quinto, sexto y séptimo la tónica fue similar, con un Blas Miguel atacando de forma valiente y decidida pero incapaz de evitar una potente izquierda recta que le iba haciendo mella y marcando la cara. El Punky dominaba el combate y decidía cuando acelerar y cuando calmar el tempo del combate.
A partir del octavo y en el noveno, Blas Miguel comenzó a estar más preocupado de evitar la izquierda que le estaba haciendo daño que de realizar sus acciones y perdió el peligro que estaba albergando hasta ese momento. En el noveno fue amonestado de forma rigurosa aunque merecida por el Sr. Maritxalar. Y finalmente llegó el décimo round. Tras un cortés y sincero abrazo de los dos deportistas, Blas Miguel dio todo lo que le quedaba y trató de ganar por KO lo que era consciente de estar perdiendo a los puntos. Tiró con decisión pero no era capaz de impactar en Iglesias con claridad. Fue de los asaltos más equilibrados, pero el desgaste de los asaltos había sido mayor para el Campeón que para el aspirante. Este mantenía la dinamita en sus puños y le hizo sufrir hasta el tañido final de la campana tras el que ambos se fundieron en un abrazo. Y como no podía ser de otro modo, el título de Campeón de España del peso supermedio se quedó para el boxeador del Asturbox-Tundra José Manuel Iglesias por diferencias de 6 y 7 puntos.
Combate de los que crean afición como colofón final de una buena velada de boxeo.