Darío Pérez
@Ringsider2020

Tarde de boxeo dominical organizada por Matchroom Boxing en el O2 Arena de Londres (Reino Unido), con peleas entretenidas para cerrar la semana.

El francés Karim Guerfi (30-6, 9 KO) y el británico Jordan Gill (27-1-1, 8 KO) disputaron el Campeonato de Europa del Peso Pluma, en posesión del primero. Combate igualado, duro de puntuar en los primeros asaltos dado el mayor volumen de trabajo del aspirante y las manos más contundentes, aunque puntuales, del campeón. En el quinto round, Gill castigó al galo con una espectacular mano al mentón, con la mala suerte (o poca maña) de golpearle en zona demasiado baja cuando más apurado tenía a Guerfi, que pudo recuperar fuerzas y tuvo buenos momentos de ataque en el sexto. En progresión ascendente, el defensor del título derribó a al púgil local en el séptimo parcial, tras un balazo al lateral de la cabeza de Gill. Nunca pareció recuperarse del golpe el aspirante, agudizado tras una fortuita caída en DDT que nos hizo recordar las mañanas de wrestling en los años 90 a los más veteranos del lugar.

Sin embargo, el boxeo es tremendo. En el noveno asalto, cuando parecía que el KO de Guerfi a Gill era inminente, ocurrió lo contrario. Un golpe aislado del local con cierta similitud al KO de Márquez a Pacquiao reventó al ya excampeón, que cayó sin posibilidad de volver a ponerse en pie. Impresionante victoria que realza lo bonito que es el boxeo, donde hasta el último tañido de campana nada puede darse por hecho.

En las peleas previas, el joven Campbell Hatton (6-0, 2 KO) venció al veterano Joe Ducker (9-9-2, 2 KO) en el peso ligero. En el sexto de los asaltos pactados, el árbitro tuvo que intervenir para decretar la inferioridad de Ducker y el consecuente KO Técnico, en una actuación donde se va percibiendo cierta evolución en el boxeo de Hatton.

En la categoría de los pesados, Fabio Wardley (13-0, 12 KO) volvió tras medio año inactivo frente al estadounidense Daniel Martz (20-10-1, 17 KO). Tras un primer asalto en que el americano puso en problemas a un estático Wardley, este salió mucho más activo en el segundo round, llegando con manos por fuera de la guardia a Martz y derribándole dos veces para acabar con la contienda.

Además, Anthony Fowler (16-2, 12 KO) se repuso de su derrota ante Liam Smith peleando en una categoría superior a su etapa superwélter, probablemente ya pasada. Se impuso al polaco Lukasz Maciec (27-4-1, 5 KO) en un pleito que no fue nada sencillo para el de Liverpool, que no se encontró cómodo en los primeros episodios de los diez pactados para el combate.

Fowler recibió muchas manos similares del polaco, curvas y ascendentes por fuera de su guardia izquierda. Poco a poco, el local se encontró mejor y buscó trabajar al cuerpo, muchas veces por debajo de lo reglamentario; este hecho y los golpes en la nuca ocurrieron, por supuesto, sin consecuencias para Fowler en la enésima actuación lamentable de un árbitro británico, el nefasto Bob Williams. Tras los diez parciales, las cartulinas dieron ganador al británico 99-93, 99-92 y 99-91 para el local.