Darío Pérez
@ringsider2020

El zaragozano Jonathan Valero dio la campanada el pasado sábado en Francia al noquear en el décimo asalto al local Benjamin Dubois. Valero se impuso al galo y a los elementos, algo que nos ha explicado en las últimas horas.

La hostilidad por parte del público francés se hizo notar desde el inicio: “Es una experiencia muy emotiva y se convertirá en un bonito recuerdo, pero desde el principio nos trataron muy mal y tuvimos todo en contra. Me costó mucho bajar los últimos kilos y llegué allí bastante mal; luego el pesaje fue en un centro comercial y tremendamente hostil, irrespetuoso. Igual que la salida al ring llamándonos de todo. El rival sí que nos respetó, era un buen boxeador, zurdo y muy técnico, pero hicimos las cosas bien y sacamos gran trabajo con mucho desgaste físico, ya os dije que entrené para esta cita como nunca».

«Con 35 años estoy mejor que nunca»

Tampoco el árbitro se lo puso fácil, como nos relata el maño al hacer balance de su combate: “Ya estuve a punto de noquear a Dubois en el sexto, pero el árbitro le protegió, me echaba para atrás y nos separaba cuando lo veía mal para él y muchas cosas extrañas. Querían que llegásemos a las cartulinas porque iban dos puntos por encima, increíble. Al final, todas estas adversidades nos hicieron sacar los cojones para sobreponerme y pudimos imponernos en el décimo, con el ánimo de mi padre desde la esquina. Me sentí como cuando Rocky se imponía a su rival ruso».

Valero seguirá con su gimnasio, pero apurando su carrera como púgil con ilusión y honestidad: “Con 35 años, estoy mejor que nunca y ahora ya dejé el trabajo en la fábrica, con mi gimnasio puedo permitirme ir a las peleas preparado de verdad. Es un título menor, pero hace ilusión ganar un título y ahora me veo de repente con más ganas y veo que igual me queda alguna bala en la recámara. Cuando peleo en casa dentro de mis veladas sí que me busco algo que podamos manejar, pero nunca he sido de inflar mi récord, así que espero que ahora me surja alguna buena oportunidad con aliciente económico. Eso sí, no me motiva que me llamen a cuatro o seis asaltos para que me gane un chaval al que le están haciendo la carrera, porque eso no me aporta. Quiero retos grandes compaginados con mis eventos del gimnasio, como el que tengo ya el 6 de abril en Tarazona».