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Foto: Adrián Rubio

“Disfruté mucho del combate contra Houya en La Casilla. Sabíamos que era un boxeador fuerte y peligroso que venía a ganar. Sentí que le hice daño en los tres primeros asaltos. Incluso, cuando le llegué con manos al cuerpo, noté que le sacaba el aire. Pero Houya es valiente y estaba muy bien preparado y, cuando sucedía eso, se me venía encima”, explica el púgil de Etxebarri que cumplió 24 años a finales de agosto pasado.

Desde el 15 de diciembre de 2018, Fernández ha disputado cuatro combates, a 8, 10 y 12 asaltos, y conquistado dos títulos, el de la Unión Europea del superpluma, y el Latino WBC del ligero.

“Hubo un momento en el que Houya decidió agarrar, usar la cabeza y algún que otro recursos más. No se lo reprocho. Iba preparado también para eso y valoro ganar experiencia en todos los aspectos del combate. Houya ha sido un grandísimo rival. he vuelto a ver el combate por televisión y eso me ha confirmado que es un púgil con mucho peligro, como acredita su carrera. Fue una suerte medirme a él. Espero que la afición también disfrutara del choque. Desde luego, a mi me emocionó escuchar y sentir que me animaban. Es una sensación muy difícil de explicar”, añade.

Vuelta a La Casilla el 8 de febrero
“Ahora voy a descansar hasta el 8 de enero. Luego, volveré a Ponferrada a entrenar para subir otra vez al ring en La Casilla en el K1 Slam del 8 de febrero. Se me pone la piel de gallina solo de pensar que pelearé otra vez ante ese público tan especial. Será otro combatazo”, concluye el de Etxebarri.