El afán de superación de Bernard Hopkins (55-8-2, 32 KO), que tantas veces ha demostrado logrando hazañas que muchos daban por imposibles, no fue suficiente para despedirse del boxeo con una victoria, perdiendo por nocaut en el octavo ante Joe Smith Jr. (23-1, 19 KO) en el Forum de Inglewood (Estados Unidos). La desventaja física propia de su edad, pues cumplirá 52 años en unas semanas, fue suplida por Hopkins con su habitual pericia, costándole a Smith anotarse los primeros asaltos. A partir del quinto round, Hopkins fue perdiendo fuelle, bajando su actividad ofensiva.

La escenografía del boxeo volvió a dejar una imagen para la historia, cayendo Hopkins fuera del ring tras encajar tres golpes de Smith en el octavo round. La confusión reinante, pues el excampeón mundial no volvió al cuadrilátero dentro de los veinte segundos reglamentarios, obligó al árbitro a decretar la victoria por nocaut de Smith. El triste final de una leyenda del boxeo, como el de Filadelfia, contrasta con la alegría de Smith, que ha pasado en unos meses de ser un policía anónimo a un boxeador de prestigio en el peso semipesado.