Carlos Utrilla
@CJBoxing

Joana Pastrana (7-0) estará esta noche ante su primer gran reto cuando salte al ring del Centro de Eventos de Königsbrunn, localidad situada unos 10 km al Sur de Augsburgo (en Baviera, Alemania). Frente a ella estará la ídolo local, Christina “Tina” Rupprecht (4-0) y en disputa el título WBC Plata del peso mínimo; o lo que es lo mismo, la antesala del mundial.

Siempre preparados

La madrileña y su mánager, Álvaro Gil-Casares, no parecieron dudarlo cuando se les propuso esta pelea. Ellos preparaban una cita para este mismo sábado, en el que sería primer combate profesional femenino en una de las principales plazas actuales del boxeo español: Bilbao. Sin embargo, la lesión de la rival de la alemana Rupprecht, llevó al  ofrecimiento de JP Promotion con apenas una semana de margen.

Como ya ocurrió con su compañero Nicolás González cuando se le propuso disputar el europeo en Julio, el equipo Guantes de Lobo se reunió, dialogó y aceptó el reto. Después sobre el ring puede suceder cualquier cosa, pero la confianza que los miembros de su equipo tienen en sí mismos y en su trabajo continuo, es infinita.

Sobre boxeo femenino

El boxeo femenino es otro mundo. El número de peleadoras va aumentando pero todavía dista mucho del masculino, especialmente en Europa. Argentina y México, en el profesionalismo, pueden ser definidas como las principales potencias. Todo esto hace que las boxeadoras puedan alcanzar antes los títulos de importancia. Con cuatro o cinco peleas se han llegado a hacer europeos y los mundiales también pueden sobrevenir con celeridad.

Por eso, un combate como el de esta tarde no debe verse como algo descabellado sino habitual. Joana Pastrana debutó este mismo año en febrero, aunque, fiel a la tradición de la promotora, la actividad fue vertiginosa: siete peleas hasta Junio. A la octava, la oportunidad de un título importante. Para la local, esta en tan sólo su quinta pelea.

Combate referencia

Para Pastrana el combate con Tina Rupprecht es también una prueba para saber dónde se está. Si en el boxeo masculino hay, en ocasiones, problemas para buscar rivales, podemos imaginar lo que ocurre en el femenino. Por lo tanto, es también un combate guía o referencia, que permite averiguar dónde está Joana tan sólo ocho meses después de su entrada en el profesionalismo, pues la teutona supone un importante salto de calidad en cuanto a oposición. Si se gana, se continúa el camino al mundial. Si el resultado no es positivo, sí lo puede ser la experiencia para una mujer que debe tener un largo recorrido. Es muy difícil acceder a rivales de nivel, por lo que una derrota puede aportar más que varias victorias y permitir sacar conclusiones. Pero no pensemos en un revés.

A Rupprecht, con bagaje amateur nacional e internacional pero sólo cuatro peleas en profesionales, le vimos ganar este mismo año en Rusia. Una boxeadora de estatura reducida (incluso para esta división), fuerte, de ataque, con buena movilidad y una derecha que lleva pegada al mentón hasta que la dispara con rapidez. Mantener la distancia con golpes rectos, no quedarse estática y evitar caer en el juego de su oponente, se nos antojan algunas de las claves para que la madrileña logre la victoria.