Marcos y Jesús Laso

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Foto: Vorris Tesla

Desde que debutara como boxeador profesional en su Suances natal hace poco menos de un año, el joven Jesús Laso cuenta sus combates por victorias. Cinco pleitos con el brazo en alto, dos de ellos antes del límite.

El hijo y pupilo de Marcos Laso concluyó su último choque con molestias en ambas muñecas. El paso por las manos de los doctores obligó a un parón causado por una férula que inmovilizó uno de sus brazos. Laso aprovechó el alto obligado de su trabajo en el gimnasio para ser intervenido de una vieja lesión en los huesos de la nariz que acarreaba desde amateur. “Ahora está mucho mejor de la nariz”, afirma Marcos Laso.

El boxeador ha retornado durante las últimas semanas a los entrenamientos de manera gradual. Empezando por el trabajo puramente físico y sin forzar las muñecas.
“Tenemos previsto que vaya recuperándose de las lesiones, sobre todo las manos, las muñecas, que es la que le está dando un poquito más de guerra”, revela Marcos Laso.

“Si todo va bien, reaparecerá en diciembre en Torrelavega, en la gala que hacemos por Navidad. Esa es la idea”, adelanta el preparador.
“Jesús ya está cogiendo ritmo de nuevo, saliendo a correr y recuperando un poquito el tono. Y la idea es esa, volver para final de año”, recalca Laso.

La completa recuperación del boxeador de Suances es una buena noticia para el boxeo cántabro. Supone el regreso a la acción de un deportista que arrastra a numerosos seguidores del noble arte y que podría encontrar en 2024 ocasión para reclamar su derecho a competir por el título nacional.