Odín Bernades
@Odin_8onzas

La pasada madrugada del jueves 16 al viernes 17 de marzo en el Place Bell de Laval, Quebec, Canadá, el excampeón mundial semipesado Jean Pascal (36-7-1, 20 KO) regresó al ring en una eliminatoria mundial de la IBF del mismo peso.

El veterano canadiense de 40 años se enfrentó a doce asaltos al joven excampeón alemán de 25 años Michael Eifert (12-1, 4 KO). Pascal fue campeón mundial por primera vez en 2009 realizando tres defensas victoriosas hasta perder su cetro mundial frente a la leyenda Bernard Hopkins. El alemán, mucho más inexperto, afrontaba el duelo más complicado de su carrera contra un experimentado Pascal, que se ha enfrentado a los mejores y quería aprovechar una de las últimas opciones que le quedaba para competir en grandes citas.

De manera sorpresiva, Eifert dominó claramente la mayor parte de los asaltos ante un Pascal en evidente decadencia pugilística. El veterano intentaba presionar a su rival pero éste, mucho más joven, fresco y con más piernas seguía dominando en todas las distancias. El alemán no destaca en nada, ni en potencia ni en recursos técnicos pero su mayor frescura fue suficiente para tener controlado al excampeón mundial durante la mayor parte del duelo.

El combate llegaría a la distancia de los doce asaltos, con una clara victoria por decisión unánime para el alemán (puntuaciones de 117-111, 118-110 y un casero e incomprensible 115-113). Michael Eifert se posiciona como aspirante oficial al campeonato mundial semipesado de la IBF, en poder del ruso Artur Beterbiev.

Otro canadiense como Mathieu Germain (22-2-1, 9 KO) se hizo con la victoria por decisión unánime en diez asaltos (97-93, 97-93, 96-94) al derrotar a su compatriota Steven Wilcox (24-4-1, 7 KO) por el título Intercontinental superligero de la IBF.

La otra sorpresa de la noche fue la derrota de la local Jessica Camara (10-4, 2 KO) a manos de la mexicana Karla Ramos (10-9-1, 3 KO) que presionó a la canadiense en el cuarto asalto de tal manera que el árbitro se vio a detener la contienda ante la pasividad y nula defensa de Camara.