Hace unos días que se conocía la triste noticia de que se cancelaba el esperado duelo entre Tim Tszyu y Vergil Ortiz Jr. para la velada del 3 de agosto en Los Ángeles. Es el desembargo de Turki Alalshikh y el dinero de los petrodólares en la América pugilística.

Tszyu no estaba superando de manera satisfactoria los durísimos cortes sufridos hace dos meses en su encuentro con Sebastián Fundora, lo que convirtió la noche en una sangría, por lo que lamentablemente se quedaba fuera de la gran cartelera, encabezada por el Israil Madrimov-Terence Crawford.

Turki prometió, cuando se supo la noticia, que esta cancelación provocaría que mejorase el contenido de la velada próximamente. Su actuación, una vez más, no se ha hecho esperar y ha satisfecho a los aficionados al boxeo, puesto que ha añadido al ya de por sí gran evento otro pleito espectacular.

Es el enfrentamiento del peso pesado entre el joven Jared Anderson (17-0, 15 KO), en la imagen y el veterano Martin Bakole (20-1, 15 KO). Muchos reclamaban el paso adelante para Anderson, quizá demasiado protegido en estos últimos tiempos por Top Rank para el nivel mostrado. Bakole representa un enorme salto de competición, pues supone uno de los mejores del momento, quizás el pesado de mayor nivel junto a Joe Joyce que no ha aparecido por la Riyadh Season. Para añadir mayor incertidumbre, hay dudas que se ciernen sobre ambos púgiles, los asuntos legales de Big Baby por un lado, con varias detenciones recientes, y la mala forma física exhibida por el congoleño en su última aparición boxística. Un apasionante duelo de imprevisible resultado, en todo caso.