Darío Pérez
@Ringsider2020

Con 25 años recién cumplidos, el peso medio mexicano Jaime Munguía (37-0, 30 KO) ya puede decir que ha sido campeón del mundo en la categoría inferior, ganando el título superwélter WBO y realizando cinco defensas del mismo.

Ya como número uno en varios organismos, el próximo mes de noviembre pelea ante el duro Gabe Rosado para mantener su condición privilegiada y preparar, en 2022, el asalto a la segunda categoría de peso. El de Golden Boy Promotions ha recibido a ESPABOX para repasar su carrera pasada y futura.

-Hola, Jaime, un placer saludarte desde España.
-El gusto es mío en conversar con vosotros.

-Nos gustaría que compartieses con nosotros cómo empiezas en el boxeo, la influencia de tu padre en tus inicios para pelear.
-Sí, empecé en el boxeo gracias a mi papá, que fue también boxeador, y por eso estuve siempre en el gimnasio desde pequeño, me dicen que gateaba allí y yo le agradezco mucho por la oportunidad que me dio de iniciarme en este mundo tan bonito. Toda la vida ya he estado ahí, siempre me ha apasionado el boxeo.

«No le tenemos miedo a Derevyanchenko»

-Ya cuando empiezas a pelear, ¿Cómo evoluciona tu carrera amateur antes de pasar al profesionalismo?
-Mis inicios fueron con el señor «Olivaritos» Morales, el padre de Erik, en una liga amateur en Tijuana. Con él empecé desde los diez a los dieciséis años, yendo varios años a la Olimpiada Nacional, con un oro y un bronce en el torneo.

-Como es habitual en México, pasas a profesionales a una edad muy temprana.
-Tenía eso, dieciséis años, y di el paso con el señor Fernando Beltrán, mi promotor, con el que aún seguimos trabajando.

-Desde 2013, tu debut, a 2017 tienes años frenéticos en México, con muchas peleas cada uno de esos años. ¿Qué aprendiste esos años como boxeador y como persona?
-Obviamente, fui creciendo poco a poco, años maravillosos con peleítas a veces cada mes y pico o dos meses, unas seis peleas al año. Me ayudó mucho cada pelea, vas aprendiendo un poco en todas y los retos se van haciendo más difíciles hasta llegar a donde estamos ahora, con dos o tres combates cada año. Pero yo creo que todo eso nos ha servido para mejorar boxísticamente y como persona, a ser más disciplinado porque, según crecen los compromisos, también la exigencia es mayor: levantarte más temprano, correr más tiempo, entrenar más fuerte, etc.

-¿Qué supuso para ti debutar a finales de ese 2017 en Estados Unidos, contra Paul Valenzuela?
-La verdad es que fue un sueño hecho realidad, la mayoría de los mexicanos siempre soñamos en pelear en Estados Unidos, disputar grandes peleas, campeonatos mundiales, etc. Y además pude noquearle en el segundo round, además mucho mejor.

-¿Cuál es para ti el punto de inflexión de tu carrera? Aquel momento donde ya pensaste que podrías hacer grandes cosas en el boxeo y te convences de ello…
-Yo creo… (duda) cuando debuté, de chico, a lo mejor no imaginaba lo que podía llegar a ser. Pero hubo una vez, contra «Tyson» Robles en el Arena Monterrey con una cartelera de Julio César Chávez Jr. ya me empecé a creer que estábamos para grandes cosas. Yo aún era un novato, pero sabía que tenía algo para hacer buenas cosas y por eso entrené todavía con más ganas, hasta hoy.

-Campeón del mundo con 21 años. ¿Cómo asimila eso la mente de un chico tan joven? Porque aún eres un chaval y quizá no sea fácil…
-Sí, trato de asimilar las cosas bien, a la ligera, pero no en exceso. Intento compartir todo con mi familia, estamos todos unidos y siempre han estado conmigo y me han apoyado.

-Supongo que la defensa de ese título mundial más especial fue la que hiciste en México contra Dennis Hogan.
-Eso es, regresar a México como campeón del mundo y enseñar a la gente todos los logros conseguidos es algo muy especial.

Szeremeta-Munguía

-Venimos ya al presente. Subes al peso medio tras ser campeón mundial superwélter, y ya has hecho tres combates de buen nivel. Se ha formado una especie de debate sobre tu próxima pelea, ya que eliges a Gabe Rosado en lugar de Sergey Derevyachenko, que en teoría era la eliminatoria mundial ordenada por el WBC.
-Lo que pasa es que antes de salir la oportunidad con Derevyachenko ya había muchas conversaciones con Rosado; tras mi último duelo del 19 de junio, ya teníamos esos planes… Pero no le tenemos miedo a Derevyachenko, y tras esta pelea, si todo va bien, sería la siguiente cita.

-Estás el número uno en listas del peso medio en el WBC, el número uno también WBO, el 4 WBA… El mundial está ahí. ¿A quién de los campeones de la división ves más asequible para lograr ser campeón del mundo en dos pesos?
-No lo sé, todas serían peleas difíciles, grandes retos. A mí me gustaría pelear con Golovkin, ya que todos estos años se ha estado hablando de esa posibilidad. Pero pelearía con cualquiera de ellos.

-Resumiendo, ¿tus planes serían Rosado en noviembre, Derevyachenko para febrero-marzo de 2022 y el mundial en verano?
-Sí, más o menos así como dices. A mediados o finales del siguiente año ya sería la oportunidad del campeonato del mundo.

-¿Dónde te gustaría disputarlo?
-En Las Vegas.

-Esperemos verte en ese camino. Te pedimos, para despedirte, que dediques unas palabras a la afición española, que estará muy pendiente también de tu duelo este mes de noviembre contra Gabe Rosado.
-Claro, estamos muy agradecidos a los aficionados españoles y los medios que siempre estáis pendientes de mí. Les agradezco el apoyo y les mando un fuerte abrazo, no os perdáis mi pelea el próximo 13 de noviembre, prometo una gran noche y una gran pelea que les dedicaré a todos ustedes.

-Gracias, ahí estaremos viendo la pelea. ¡Suerte!
-Merecerá la pena. ¡Hasta pronto!

La charla entera podrá verse en vídeo esta noche a partir de las 22:15 horas pinchando aquí.