@Ringsider2020

Ismael Salas (Guantánamo, Cuba, 1957) es uno de los entrenadores de boxeo más admirados en las últimas décadas. Con una carrera de más de 40 años que empezó con los amateur de Guantánamo y la selección de su Cuba natal, trabajó en Pakistán o Tailandia ayudando a crecer el boxeo enormemente en esos países antes de asentarse en EEUU. La lista de púgiles con quienes ha trabajado es interminable, entre ellos más de 20 campeones del mundo: Guillermo Rigondeaux, Yuriorkis Gamboa, Jorge Linares, Nonito Donaire, Kazuto Ioka, Koki y Tomoki Kameda, Rancés Barthelemy, David Haye, Jessie Vargas…
Ha estado en la increíble cifra de 145 peleas con título mundial en juego, con un porcentaje de victorias en torno al 90%. Cuando llegó la situación actual, trabajaba con varios de sus boxeadores. Recibe a Ringsider2020 para ESPABOX muy amablemente para hablar de su carrera.

-Buenas tardes y gracias por atendernos. ¿Cómo está de salud y cómo están las cosas a miles de kilómetros de España? ¿Habrá boxeo pronto?
-Muchas gracias por la invitación y saludos a todos allá, deseando que todos hayan pasado ilesos esta pandemia que ha estremecido al mundo. De mi salud y la de mi familia, puedo decirles que todo ha marchado muy bien siguiendo todas las reglas de protección y restricción del Estado de Nevada.

-¿Cómo le pilló la pandemia de la COVID-19? ¿Qué planes le ha interrumpido? Sabemos que preparando a Joe Joyce para su guerra civil ante Daniel Dubois. ¡Vaya pelea! ¿Algo más?
-Como bien dice, tuvimos que cancelar todos los programas de preparación de los peleadores: Erislandy Lara, Joe Joyce, Yordenis Ugás, Robeisi Ramiírez, el mongol medallista olímpico Tugstsogt Nyambayar, los japoneses Kazuto Ioka (campeón mundial en cuatro divisiones), Tomoki Kameda y Musashi Mori, Félix Verdejo o algunos prospectos ascendentes.

-Usted ha viajado por medio mundo. Tras su trabajo amateur en Cuba, fue a Pakistán, Tailandia o Australia. ¿Por qué finalmente se asentó en Estados Unidos? ¿Estaba cansado de viajar o le agradece al boxeo la oportunidad de ver casi todo el mundo?
-En Cuba, me gradué como Licenciado de Cultura Física con varios posgrados, y fui Director Técnico de la provincia de Guantánamo, posicionándola entre las tres mejores del país con púgiles como Félix Savón, Joel Casamayor, Rogelio Marcelo, José Aguilar, Candelario Duvergel, Jesús Sollet, Ángel Herrera, Rafael Sainz y más campeones AIBA. A la vez, impartí cursos de Solidaridad Olímpica de la propia AIBA en América del Sur, Europa, África y Asia. Y colaboré como entrenador en Corea del Norte, Pakistán, México, Venezuela, China, Alemania o África.

-Usted ha tenido una relación constante, y además simultánea, con el boxeo olímpico y el profesional. Eso no es muy común. ¿Cómo ha sido la experiencia?
-Bueno, tras participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 con el equipo de Pakistán, decidí exiliarme a Tailandia. Allí trabajé con amateur y profesionales, logrando algunas medallas olímpicas y cinco campeones mundiales profesionales. Fui “Trainer of the Year” WBA en 1996.

Con Félix Savón, Joel Casamayor y Rogelio Marcelo

-No muchos saben que detrás del gurú cubano del boxeo hubo también un notable boxeador amateur. ¿Cómo era el Ismael Salas boxeador? ¿Por qué lo dejó con tan solo 21 años?
-Mi carrera como peleador fue corta, apenas 45 peleas, ya que estudiaba en diferentes Escuelas de Educación Física y Deporte, y siempre tuve talento para educar y enseñar a los boxeadores. Me guiaban los consejos de mis maestros de boxeo Carlos Fuentes y Emilio Santos.

-Félix Verdejo declaró hace meses, muy ilusionado, que iba a trabajar con usted para relanzar su carrera. ¿Qué puede decirnos del que hace tres o cuatro años era considerado uno de los mejores prospectos del mundo del boxeo?
-Comenzamos a trabajar y tuvimos una pelea con algunas mejoras, pero continuamos con el proceso y, como todos sabemos, ahora nos hemos detenido.

Jorge Linares, Ismael Salas, Rances Barthelemy y Beibut Shumenov

-Vamos un poquito más atrás. Usted preparaba a David Haye en 2017 para la pelea frente a Tony Bellew, y como esa velada se pospuso por lesión, tuvo un problema de coincidencia de fechas con Jorge Linares y su pelea ante Lomachenko. Hubo parte de la prensa que no informó debidamente sobre ese asunto. ¿Cómo fue realmente?
-Así mismo. Producto de la lesión de Haye, se pospuso su combate para el 5 de mayo. Linares peleó el 29 de enero, y su anuncio para la cita contra Lomachenko fue a última hora. Yo le pedí que se viniera a Londres, ya que teníamos sparrings de alto nivel como Luke Campbell y otros, pero él prefirió estar en Japón y ahí se produjo nuestra ruptura, con mucho pesar.

-Seguimos retrocediendo. En 2016, Yordenis Ugás estaba pensando retirarse tras dos años apartado del ring, dos derrotas seguidos y problemas de enfermedades o estrés. ¿Qué tiene que hacer un entrenador cuando se encuentra a un boxeador en un momento tan bajo?
-Eso es, Ugás vino a Las Vegas y me pidió que trabajase con él, y por supuesto que acepté el reto; ahí comenzó nuestra faena juntos, derrotando a varios invictos que pensaban usarle como escalón para subir en rankings. Así llegamos a la pelea contra Porter (Mundial WBC wélter), donde la decisión dividida fue injusta como todo el mundo vio. Pese a la adversidad, Ugás se ha posicionado como uno de los mejores en la dura división del wélter.

-Como dijo antes, ha recibido numerosos premios como preparador, por diversos organismos del boxeo, publicaciones, prensa… ¿Qué suponen para usted este tipo de reconocimientos?
-Para mí, los reconocimientos marcan solo pautas en mi recorrido a través de este noble deporte. Más que la fama, disfruto del legado que he podido sembrar en muchos de mis peleadores por los cinco continentes, algunos ya entrenadores de diferentes niveles.

-Antes hablaba de su experiencia en Barcelona. ¿Algunas palabras para los entrenadores y boxeadores de España? Parece que siempre estamos con buenos prospectos, pero no acabamos de tirar el muro, también por falta de apoyo institucional y de los medios
-El boxeo como tal es parte de la lucha de la humanidad por supervivencia, así que estoy seguro de que hay muchos talentosos peleadores y maestros del boxeo allí. De todos modos, pienso que solo será posible alcanzar el siguiente nivel con unas buenas organizaciones amateur y profesional, con el apoyo logístico que se necesita para tener grandes estrellas del boxeo.

-Acabemos con una reflexión. Usted ha dicho que puede no ser el mejor preparador, pero nadie lo hace con más cariño hacia este deporte que usted. ¿Cuál es su secreto para amar su trabajo tantas décadas?
-La continua superación desde todos los puntos de vista según el momento en que se vive; y, muy importante, constancia, amor y perseverancia.

-Muchas gracias por su tiempo, por su amor al boxeo y muchos éxitos en el futuro.
-Les deseo a todos que estén protegidos y saludables.

Nonito Donaire e Ismael Salas