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Ibrahim López y César Córdoba se enfrentarán el próximo uno de noviembre en el Pancho Camurria con el Campeonato de España del peso crucero en juego, en poder del canario. Según recoge Juan S. Sánchez en Diario de Avisos.com, recientemente hicieron unas declaraciones en el programa 15 Asaltos de Gestión Radio.
El campeón, Ibrahim López explicó porqué hay tanta expectación y tanto morbo alrededor de este enfrentamiento. “La pelea tiene morbo porque hace muchos años nos enfrentamos en kickboxing, él se llevó la victoria claramente y después de eso yo fui a echarle una mano para preparar una pelea en Barcelona y nos hicimos amigos”, señaló Ibrahim, que reconoció que “hemos intentado evitar este enfrentamiento durante mucho tiempo hasta que lo nombraron aspirante oficial”. A partir de ahí, “él quiere ser campeón y yo quiero seguir siendo el campeón, por lo tanto tenemos que enfrentarnos y sobre el ring seremos rivales pero tenemos esa buena amistad”, tal y como explicaba el campeón nacional del peso crucero que admitió que en Tenerife “todo el mundo quiere ver una revancha”.

“La primera vez fue en su terreno, cien por cien, y ahora las cosas están un poco más niveladas y creo que vamos a hacer un gran papel”, señalaba el miembro de la promotora Ray-Events, que no escondía su pensamiento sobre Córdoba al asegurar que“César es un grandísimo rival”, y explicaba que el catalán “tiene una larga carrera como boxeador amateur y nosotros hemos ido aprendiendo sobre la marcha en el boxeo profesional, es por eso que se nivela la balanza”. Ibrahim explicaba que su rival“es un boxeador muy regular, comete muy pocos fallos y tiene las cosas muy estudiadas; quién cometa fallos lo pagará”, y manifestaba que tiene grandes sensaciones para este compromiso porque “a quién no le gustaría poner el título en juego frente a un gran boxeador y un gran campeón, es el rival adecuado porque ahora mismo en España no hay ninguno mejor”.

Ibrahim también tuvo tiempo para hacer sus predicciones. “Va a ser un combate muy igualado que se decidirá en pequeñas cosas y va a condicionar mucho la preparación y las estrategias”, señaló el tinerfeño, que dejó claro que “el aficionado va a disfrutar”, y apuntaló su moral conociendo que “yo tengo el público de mi lado y sé que si las cosas van jodidas me ayudará”.

César Córdoba reconoció que pese a tener que actuar como visitante venir de nuevo a pelear a la Isla es una motivación añadida, ya que “Tenerife es mi segunda residencia, por decirlo de alguna manera. Me siento muy cómodo allí, he estado muchas veces, he peleado con gente de la Isla, y a pesar de que animan a sus púgiles, siempre me han tratado con muchísimo cariño y muchísimo respeto”, decía Córdoba, que aseguraba que “desde que supe que la pelea se hacía allí no me supuso ningún problema porque me siento muy a gusto allí, casi como en casa”.

Córdoba habló de su buena relación con Ibrahim, una relación “que nace encima del ring, como rivales, y luego seguimos teniendo contacto, él me ayudó para una preparación y nos hemos deseado siempre suerte antes de los combates, pero yo llevo un camino y él lleva el suyo. Él es el campeón, yo el aspirante, tenemos que enfrentarnos y encima del ring habrá rivalidad, pero habrá la nobleza propia de nuestro deporte y después del combate volveremos a ser amigos”. “Encima del ring no valen para nada las rentas, puedes llevar 300 combates, 2.000 nocáuts, que si el día de la pelea no estás bien pierdes”, señalaba Córdoba refiriéndose a su mayor experiencia en compromisos profesionales en las diferentes disciplinas deportivas en las que ha competido.

Córdoba fue elegante en su discurso reconociendo que tanto él como su rival del próximo 1 de noviembre saldrán a darlo todo y a ofrecer un espectáculo deportivo porque “Ibrahim ha demostrado que encima del ring es noble, que cambia golpes, se presta, no especula, no guarrea y no tengo ninguna duda de que va a ser un combate muy bonito”.