La antes denominada Copa de Europa nació en la temporada 55-56, participaron 16 equipos y el primer campeón fue el Real Madrid. Sin embargo, no fue hasta la temporada 92-93 cuando el torneo pasó a denominarse Champions League e incluyó por primera vez la conocida fase de grupos antes de las eliminatorias directas.

En esta edición, la número 38 en el antiguo formato, participaron un total de 36 equipos incluyendo las fases previas y por primera vez participaron los campeones de las nuevas ligas nacidas tras la desintegración de Yugoslavia y la Unión Soviética. Esta fue también la primera edición en la que resultó campeón un equipo francés, el Olympique de Marsella que derrotó en la final, disputada en el Olympiastadion de Múnich, al por entonces todopoderoso Milán dirigido por Fabio Capello.

Los italianos habían completado un torneo sobresaliente ganando todos los partidos excepto el último, además fue el último partido oficial que disputó Marco Van Basten ya que las continuas lesiones le impedían seguir jugando al más alto nivel.
El sistema de la competición consistía en una ronda previa de ocho equipos, los cuatro mejores se clasificaban a una siguiente fase en la que ya entraron equipos de nivel como el defensor del título, el Barcelona y otras potencias como el Oporto, el Milán o el propio Marsella, con eliminatorias a doble partido.

El Marsella se impuso con comodidad al Glentoran irlandés con un contundente 8-0 total. Por su parte el Milán se deshizo con la misma facilidad del Olimpia de Liubliana (7-0). El Barcelona, recordemos defensor del título, sufrió para imponerse por un gol a cero al Viking FK noruego.
En la siguiente fase, equivalente a los antiguos octavos de final, el Barcelona acabó derrotado por el CSKA de Moscú por 4 goles a 3. El futuro campeón venció al Dinamo de Bucarest por un dos a cero parcial y el Milán hizo lo propio con el Slovan de Bratislava. Con ocho equipos restantes en la competición se pasó a un sistema conformado por dos grupos.

En el grupo A quedaron encuadrados el Marsella, el Rangers, el Brujas y el CSKA. En el B participaron el Milán, el Goteborg sueco, el Oporto y el PSV con partidos de ida y vuelta entre todos. Los primeros de cada grupo jugarían la gran final. El Milán arrolló a todos sus rivales ganando todos los partidos mientras que el Marsella ganó 3 y empató otros 3.

Como mencionamos, la final disputada en Múnich tenía al equipo italiano como claro favorito, sin embargo, al filo del descanso, un solitario gol del jugador de origen marfileño Basile Boli dio la victoria al conjunto francés.

Sin embargo, el triunfo se vio rápidamente olvidado por el escándalo de amaño de partidos del presidente marsellés Bernard Tapie. Esto le costó al equipo el descenso de categoría y la prohibición de disputar el torneo al año siguiente por lo cual no pudo defender su título.

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