Darío Pérez
@Ringsider2020

Ezequiel Gurría (15-2, 3 KO) cayó anoche en el Wembley Arena londinense ante el británico Hamzah Sheeraz (13-0, 9 KO), que se mostró bastante superior al zaragozano, si analizamos objetivamente la contienda. En juego estaba un título intermedio WBO superwélter, a diez asaltos.

Sheeraz comenzó tranquilo, marcando con el jab aprovechando su notable diferencia de altura con Gurría, procurando ir puntuando y no dejando que el español penetrase en su guardia. El nuestro tampoco sufrió en los rounds iniciales; no lograba entrar e impactar en el larguísimo local, pero este no mostraba un ritmo alto ni empleaba combinaciones lesivas.

Pero en el quinto asalto, quizá producto de la acumulación de golpes (pese a no ser de poder), Sheeraz iba hacia arriba y Gurría empezaba a acusar los impactos. Una mano abajo derribó a nuestro púgil, que superó la cuenta, pero no pudo aguantar el aluvión de golpes con los que el británico buscó terminar el pleito. Una combinación acabada en gancho ascendente desbarató de nuevo a Gurría, y el árbitro paró las acciones con buen criterio.

Gurría regresa a España con la cabeza alta a seguir su carrera, quizás en busca de recuperar el título de España superwélter.

En la pelea principal de la gala organizada por Queensberry Promotions, Joe Joyce (13-0, 12 KO) venció en el sexto asalto a un correoso Carlos Takam (39-6-1, 28 KO), un cuarentón que le dio al Juggernaut más trabajo que Daniel Dubois, resistiendo en los primeros asaltos con bravura y dando ciertos problemas al campeón europeo y aún aspirante al título mundial WBO. El árbitro Steve Gray, el famoso e infame tercer hombre que devolvió la toalla a la esquina de Lewis Ritson cuando Jeremías Ponce le estaba dando una paliza, paró la pelea precipitadamente. No entendemos cómo no visita la nevera este réferi.