Carlos Utrilla
@CJBoxing

Mañana sábado por la noche, en el Ergo Arena de la ciudad polaca de Gdansk, a orillas del Báltico, Krzysztof Glowacki (26-0, 16 KO) y Oleksandr Usyk (9-0, 9 KO) disputarán el título mundial WBO crucero que actualmente se encuentra en posesión del primero. Un explosivo duelo de zurdos europeos en el marco de la muy interesante, aunque normalmente poco valorada, división de las 200 libras (máximo 90,7 Kg).

En la báscula han dado esta tarde, Glowacki 90,400 kg y Usyk 90,150 kg.

La pelea, desde que el organismo la decretara, ha pasado por diferentes vicisitudes. Se pensó en llevarla a Estados Unidos en una velada de Haymon, hubo oferta del equipo ucraniano para realizarla en Kiev u otra ciudad puntera en un estadio de fútbol, pero al final ambas partes llegaron a un acuerdo: se disputaría en Gdansk, en un recinto no demasiado grande (12.000 espectadores de capacidad máxima), pero en Polonia se podrá ver por PPV. Gracias a este,  y a algunas ayudas institucionales, Babilon Promotions (que siempre ha guiado la carrera de Glowacki) y Knockout Promotions (su socio habitual en los últimos años) han podido poner en pie la histórica pelea.

Krzysztof Glowacki: hecho a sí mismo

A sus 30 años, Glowacki está en plena madurez y es uno de los principales exponentes del ascendente boxeo polaco. Debutó a finales de 2008 en el campo profesional, cuando no pudo clasificarse para los JJOO de Pekín: perdió con David Price (luego bronce en la cita olímpica) por KO en el clasificatorio europeo. Acertadamente se estableció en crucero y fue acumulando victorias en una carrera que se desarrolló íntegramente en su país hasta la disputa del título.

En 2012 tomaría la vía WBO y con ello una serie de rivales de mayor entidad, aunque siempre con las limitaciones económicas del boxeo polaco (el suizo Nuri Seferi, el francés Thierry Karl en el regreso a la competición o el alemán Varol Vekiloglu). El proceso culminaría en 2015, cuando fue designado aspirante oficial y en Agosto derrotara al longevo campeón Marco Huck. Fue una pelea espectacular, en la que sobrevivió a una caída en el 6º para después, marchando por detrás en las tres cartulinas,  sorprender al teutón a fines del 11º parcial. Esta victoria, y la respuesta positiva del público de ascendencia polaca en diversos puntos de la costa Este, llevó a que realizara una defensa frente al veterano Steve Cunningham.

Oleksandr Usyk: la estrella amateur

A pesar de que se inició en el mundo del boxeo a los 15 años, Usyk llegó a convertirse en uno de los mejores amateurs de los últimos tiempos como miembro de la fenomenal selección ucraniana del ciclo de Londres 2012 (Shelestyuk, Berinchyk, Gvozdyk, Ievgen Khytrov o el gran Lomachenko). En 2008 se vio frenado en Pekín por Clemente Russo, quien le apartó de la lucha de las medallas, pero en la capital inglesa se colgó el oro vengándose en la final del italiano.

Tras conquistar con buena parte del equipo citado las WSB, desembarcaría en el profesionalismo en 2013. Al igual que Vasyl Lomachenko, pareció firmar con Top Rank y tuvo fecha de debut; sin embargo, ese contrato no acabó haciéndose efectivo. Según nuestras averiguaciones, porque Bob Arum pensó en él como un peso pesado desde el principio (mucho más mercado que en la división crucero), a lo que el equipo del púgil se negó.

Había que cambiar de planes y K2, la promotora de los hermanos Klitschko, acogió al púgil. Comenzó su carrera en el crucero y con 9-0 y todas las victorias antes del límite, consiguió ser aspirante oficial. No había tiempo que perder: 29 años y ya mucha experiencia acumulada.

La batalla

Dos púgiles zurdos frente a frente. La mayor altura y envergadura de Usyk, su superior velocidad y mejor línea de boxeo, lo convierten sobre el papel en favorito. El local tendrá que empezar por zafarse del “jab-martillo” de su oponente y lanzar su izquierda aprovechando el hueco que esa derecha recta del rival pueda dejar. Tarde o temprano tendrá que mostrarse ofensivo para anular el boxeo del aspirante.

Además del público volcado con él, la otra ventaja que puede tener Glowacki es el mayor nivel de rivales en profesionales. Las dos últimas peleas (Huck, Cunningham) le han aportado mucha experiencia. El ucranio, por su parte, no se ha enfrentado en el boxeo rentado a alguien de primer nivel y “apenas le han hecho sufrir”. Quizá por aquí pueda igualarse el duelo.