Daniel Pi
@BastionBoxeo

En una fecha inusualmente tardía, el próximo sábado en el Palais des Sports de Marsella (Francia) tendrá lugar el último campeonato mundial absoluto del año en Occidente y el penúltimo evento con un cinto mundial en juego, siendo este título el WBA del peso crucero en posesión del francés de origen armenio Arsen Goulamirian (25-0, 17 KO), que expondrá su corona ante un púgil aguerrido como el moldavo, residente en Estados Unidos, Constantin Bejenaru (14-0, 4 KO).

Esta segunda defensa de Goulamirian no solamente resulta sorprendente por producirse tan cerca del Fin de Año, sino especialmente por que llega un mes y medio después de que realizase su primera puesta en juego, aunque es cierto que su combate contra Kane Watts se prolongó cuatro asaltos y en ellos el titular mundial fue claramente superior. Aun así, teniendo en cuenta que muchos de los campeones de estos tiempos reducen sus defensas al máximo para poder aferrarse todo lo posible a los réditos que produce ser monarca, no deja de ser un signo positivo en cuanto a ambición de éxitos y voluntad de tomar riesgos que regrese tan pronto al ring.

Además, más meritorio resulta aún que se enfrente a un boxeador como Bejenaru que, aunque no es conocido por el gran público, fue bronce europeo amateur, además de dos veces plata y una vez bronce en campeonatos de la Unión Europea, habiendo logrado como profesional tres victorias verdaderamente destacables ante los entonces invictos Alexey Zubov (quien tuvo una buena trayectoria amateur) y Stivens Bujaj y contra el correoso y fogueado exaspirante mundial Thabiso Mchunu.

Por otro lado, no es una mera cuestión de nombres en un récord o de medallas, ya que el zurdo Bejenaru tiene un estilo de combate contra el que es muy difícil responder, siendo esto debido a que teniendo una altura y un alcance no muy elevados para un peso crucero (1,80 m y 1,71 m respectivamente, en una categoría con púgiles de más de 1,90 m de estatura y cerca de los 2 metros de alcance) se ha visto llevado a perfeccionar un boxeo de embestidas fugaces y sorprendentes desde la larga con el uno-dos y el dos-uno, enlazando estas ofensivas con pasos hacia la diagonal derecha para abrir hueco a claras izquierdas.

Con secuencias al ataque como esta, Bejenaru se hace tremendamente complicado para sus rivales, que ni siquiera conociendo sus tácticas logran responder ante ellas, de modo que, teniendo además buen movimiento de cintura y siendo capaz de dar ágiles y oportunos pasos atrás, resulta llamativo que haya sido elegido como adversario para un recién coronado Goulamirian.

Sea como sea, Bejenaru sólo ha peleado una vez en los últimos dos años, por lo que su boxeo de arremetidas podría verse fácilmente lastrado por la falta de ring. Asimismo, Goulamirian, que tendrá 6 cm de ventaja en altura y 16 cm en alcance, está rindiendo a un nivel fantástico, habiendo desarrollado completamente el estilo combativo firme y agresivo típico de tantos púgiles entrenados en Big Bear con Abel Sánchez, teniendo similitudes evidentes su forma de pelear con la de su compañero de sparring Murat Gassiev.

Así, si Goulamirian consigue presionar y evita que un Bejenaru muy dinámico logre desplegar sus entradas y salidas quizás pueda castigarlo decisivamente con sus golpes de poder curvos, aunque de todos modos seguramente tenga que trabajar duro para imponerse a un oponente que siempre se aplica a fondo y que ha perdido impulso en su ascenso, por lo que será consciente de que podría no volver a recibir otra oportunidad como esta.

Este mundial será parte de un evento televisado en Francia por Canal+ desde las 20:45 h del sábado.