Daniel Pi
@BastionBoxeo

¿Sigue confiando Bob Arum en Ramírez? Es la pregunta que muchos se han hecho en varios momentos puntuales en la carrera del que ahora es campeón mundial WBO del peso supermedio, pero quizás esta cuestión no haya sonado tanto como cuando se conoció que para la tercera defensa de su cetro Gilberto Ramírez (36-0, 24 KO) se mediría al ghanés Habib Ahmed (25-0-1, 17 KO), un boxeador desconocido, que nunca ha peleado fuera de su país y que ni siquiera se ha medido a la élite nacional, logrando la totalidad de sus victorias ante oponentes de escaso relieve y su clasificación mundial por la adquisición de un cetro menor WBO.

A pesar de todo ello, Ahmed, que sólo ha alcanzado el duodécimo round en una ocasión y que mide 1,73 m por el 1,89 del zurdo Ramírez, ha sido seleccionado para el combate estelar de un evento que pretende tener una buena entrada en el Bank of America Center, con capacidad para 10.000 asistentes, ubicado en la ciudad de Corpus Christi (Estados Unidos).

Es cierto que el ranking WBO del peso supermedio tiene un nivel medio bajísimo. Además, se argumenta que, como este sábado se producirá la 52ª Super Bowl de fútbol americano, Top Rank no podía hacer un esfuerzo demasiado grande para una velada que en gran parte será pasada por alto y eclipsada por la atención que acumulará el citado macroevento. Aun así, casi todas las opciones restantes en el top 15 eran mejores que la finalmente seleccionada.

Ramírez, que es un campeón serio y comprometido con su reinado, no pasa por alto su inmediato reto, señalando que el hecho de que su rival sea desconocido le hace peligroso, dándose por sentado también que siendo invicto y debutando bajo los grandes focos ofrecerá un desmesurado esfuerzo. Con todo, esta conveniente cautela sólo ratifica la improbabilidad de que pueda producirse una sorpresa, pagándose la máxima diferencia en las apuestas: un céntimo por el triunfo de Ramírez, diecisiete euros por el de Ahmed.

Como los oponentes de Ahmed han sido de tan poca entidad y sus combates a penas han sido televisados ni siquiera en Ghana, Ramírez habrá tenido dificultades para encontrar vídeos que estudiar. De todas maneras, es de esperar que la ambición de victoria del aspirante y su menor altura le exijan intentar acortar la distancia, exponiéndose a los largos brazos de un versátil Ramírez que tanto podría optar por imponer sus directos y abiertos curvos con espacios como aceptar el intercambio en la media y en la corta, donde su gran frecuencia de golpeo debería marcar la diferencia pero a costa de tomar riesgos innecesarios. Igualmente, como Ramírez no logra un nocaut en 24 meses y cualquier otro resultado que no sea un éxito arrollador será acogido con duras críticas, puede que el mexicano pueda buscar tomar la iniciativa desde el inicio y con sus combinaciones de curvos arriba y abajo o sus series de rectos no dar margen al despliegue del retador, pudiendo lograr de esa manera una solvente victoria que se espera que sea la antesala de su primera defensa en México.

En cuanto al paso por la romana de ambos púgiles, Ahmed la paró en 75,600 kg, mientras Ramírez se excedió 100 gramos en un primer intento, por lo que se quitó toda la ropa y marcó el límite exacto de la categoría del peso supermedio, 76,200 kg.