Gervonta Davis compareció ayer ante el juez tras ser detenido el martes en Parkland (Florida) por un delito de presunta violencia doméstica, con agresión y daños corporales. Fue puesto en libertad tras abonar 1000 dólares de fianza, y ha querido salir al paso de las especulaciones surgidas en las últimas horas, explicando diversos detalles.

“No soy un monstruo. Estuve callado por mucho tiempo. No tengo un equipo de prensa, relaciones públicas, o un representante, nada de eso. ¡Esa es la única razón por la que estoy haciendo esto ahora! ¡Solo para limpiar mi nombre! Estas personas que publicaron tantas cosas ahora tienen un maldito helicóptero volando sobre mi casa mientras escribo esto porque ven esto como dinero para ellos», escribió Davis.

Davis habló a través de una larga publicación en redes sociales, ahora eliminada. «Antes de que la madre de mi hija y yo tuviéramos una discusión, estábamos viendo una película con mi hija mayor. Nunca puse mis manos sobre la madre o la hija».

Según el informe policial, «Tank» habría propinado a la presunta víctima una bofetada que produjo una abrasión en el labio. Por otro lado, el boxeador dijo que la madre de su hija colocó heces en su cepillo de dientes.

Además, Davis ha declarado que sufre una campaña de desprestigio por parte de algunos medios de comunicación.