
El campeón del mundo del peso ligero, el estadounidense Gervonta Davis, con el impresionante récord de treinta y un combates disputados, treinta triunfos con veintiocho KO y un empate, se defendió de los ataques por la elección de su próximo rival al afirmar que “el boxeo está muerto”, mensaje que publicó y luego borró. El púgil de Baltimore (Maryland), apodado Tank, está siendo criticado por elegir enfrentarse a un youtuber como Jake Paul (12-1, 7 KO), en un combate sin aliciente deportivo alguno dada la extremada diferencia de calidad y peso entre uno y otro boxeador, en lugar de aceptar una complicada revancha con Lamont Roach., con el que empató de manera polémica el pasado uno de marzo de este año.
El de Baltimore estaba en negociaciones para una revancha con Lamont Roach, campeón del mundo del peso superpluma según la WBA sin embargo, tras su detención, Davis optó por enfrentarse a Paul en un combate sin homologación oficial, pero con gran atención mediática.
“Este deporte no tiene lealtad. ¿Por qué debería preocuparme?”, expresó Gervonta Davis en X antes de cerrar su cuenta. Las palabras de Gervonta Davis tienen un claro significado. En Estados Unidos le señalan como el boxeador sobre el que debe recaer el peso del deporte del noble arte, una etiqueta que no gusta en absoluto a Davis, que no es un púgil meticuloso como lo fueron leyendas del pasado.
Los millones que le ofertó Jake Paul estaban muy por encima de la bolsa que podría cobrar por una revancha con Lamont Roach, y para Davis, el dinero está por encima de la gloria deportiva. Una postura que también tiene defensores entre los propios boxeadores, que son conscientes de que sus carreras son cortas y oportunidades así, de escaso riesgo deportivo, no pueden dejarse escapar. Es cierto, pero siempre y cuando no abandone sus deberes deportivos y evite a sus verdaderos rivales.






