Daniel Pi
@BastionBoxeo

Como se esperaba, el excampeón mundial del peso pesado Tyson Fury (27-0, 19 KO) no tuvo problemas para superar al exretador Francesco Pianeta (35-5-1, 21 KO), al que derrotó en el combate coestelar del evento desarrollado el sábado en el repleto estadio Windsor Park de Belfast (Reino Unido) mostrando un buen estado de forma, rapidez y, sobre todo, una actitud infinitamente mejor que ante Seferi. La puntuación del juez-árbitro Steve Gray fue de un apropiado 100-90.

Cediendo el centro del ring, Fury comenzó moviéndose con apreciable fluidez, jabeando y lanzando eventuales ganchos al torso y crochés diestros a la cabeza ante un Pianeta que avanzaba buscando conectar golpes de poder en hook al rostro. Obviamente, el excéntrico Fury no dejó pasar la oportunidad de realizar acciones poco ortodoxas, como intentar imitar a Muhammad Ali situándose en una esquina y realizando esquivas de cintura con las manos agarrando las cuerdas. Con todo, estos gestos fueron muy puntuales y Fury se mantuvo muchísimo más serio que en su anterior subida al ring.

A pesar de que los variados recursos defensivos del británico redujeron muchísimo su acierto, el zurdo Pianeta intentó conectar breves series de rectos y en ocasiones llegó con algún puño aislado, pero el uno-dos de Fury y su jab fueron enrojeciendo el rostro de su rival, que fue acusando mucho más el cansancio que el exmonarca, que incluso se puso en pie y bailó antes de que terminase el descanso entre el cuarto y el quinto round. De todos modos, Fury no utilizó una gran cadencia de golpes, sino que caminando cerca del ensogado se contentó en gran medida con hacer valer su alcance calmadamente y tratar de eludir las salteadas y previsibles embestidas de Pianeta a la vez que acumulaba rounds de rodaje.

Tanto en el sexto, como en el séptimo y en el octavo asalto, Pianeta pasó momentos apoyado en las cuerdas y recibiendo algunos claros curvos que parecieron sugerir que su desgaste, como suele sucederle, se estaba acumulando, principalmente por los golpes al torso que estaba recibiendo, pero el ritmo del choque era demasiado bajo como para que no pudiese recuperarse lo suficiente como para seguir en la pugna. Así, entre los abiertos curvos, los rectos y los ganchos al cuerpo lanzados por Fury, y con la lluvia cayendo sobre el estadio descubierto, el enfrentamiento se encaminó a la lectura de tarjetas.

Se rumoreaba que tan pronto como el próximo lunes el combate entre Fury y Wilder podría ser confirmado oficialmente. Pues bien, aunque son muchos los que siguen sin creer que este duelo se vaya a producir en el mes de noviembre o en el de diciembre teniendo en cuenta el bajo nivel de oposición al que el británico se ha enfrentado en sus dos peleas desde su regreso a los cuadriláteros, tras el enfrentamiento Wilder subió al ring y aseguró que oficialmente la pugna es un hecho, añadiendo el promotor Frank Warren que se confirmará la fecha y la sede en la próxima semana. Por ello, parece que el 2018 no se cerrará sin ver uno de los mejores combates posibles en la división del peso pesado, en el cual el campeón WBC Deontay Wilder se enfrentará al exnúmero 1 de la categoría máxima, un Tyson Fury que juró, al igual que su oponente, que irá a por el KO.