Carlos Utrilla
@CJBoxing

Ruddy Encarnación
no ha podido cumplir el sueño de convertirse en campeón de Europa, en esta segunda ocasión en la división del superpluma, al caer derrotado por puntos ante el francés Guillaume Frenois, que así se mantiene como monarca de la categoría. El combate se ha celebrado este sábado por la noche en la localidad de Pont-Sainte-Maxence, en plena Picardía.

Como siempre, el español de origen dominicano ha dado muestras de su profesionalismo, pero se ha quedado lejos de inquietar realmente a un boxeador técnico y de primera línea europea como es Frenois.

Inicio explosivo
Ruddy Encarnación comenzó el combate muy activo y con las ideas claras: la mayor envergadura del francés le llevó a utilizar desde el inicio el jab para marcar, e intentar sorprender con rapidez y llegando desde fuera de distancia. Así, los objetivos eran principalmente los costados de su rival y después de dos o tres manos intentaba salirse hacia su izquierda (la derecha del zurdo francés), tal como le recordaba desde la esquina su entrenador Fernando Urbina.

Frenois, sin embargo, aceptó en un primer momento el planteamiento. Se parapetaba en una guardia alta y cerrada, usaba los codos para evitar los golpes al cuerpo del madrileño  y aprovechaba cualquier resquicio en la defensa de este (especialmente las manos bajas después de lanzar los golpes) para contragolpear con peligro y, de modo principal, con su mano izquierda.

El gasto lo hacía el español, pero la efectividad la ponía el campeón, lo que permitía anotarse los asaltos.

Cambio de escenario
Tras vislumbrarse ya en el quinto parcial que la pelea podía cambiar, fue en el sexto cuando Frenois comenzó a tomar las riendas y a mostrarse más activo en su ataque. A pesar de las precauciones en defensa que mostró durante los doce asaltos, el galo comenzó a sacar la derecha (en forma de jab y croché) y, sobre todo la izquierda, su mejor mano y que varió de forma notable.

Con este cambio de escenario, Ruddy Encarnación se mostró más reservado y sus ataques se volvieron más espaciados, en ocasiones limitados a entrar con la derecha. Fueron los mejores minutos del francés que, quizá por el esfuerzo o por sentirse dominador, empezó a bajar el pistón desde el noveno, tornándose el combate un poco tedioso durante este y el siguiente.

“De profesión… profesional”
Quizá otro boxeador, sobre todo a su edad, hubiera dejado ir el combate sin más. Sin embargo, si algo ha caracterizado la carrera de Ruddy es su profesionalismo fuera de toda duda. El mismo que a partir del penúltimo asalto volvió a aflorar.

El español subió las revoluciones y se lanzó nuevamente al ataque en busca de la mano milagrosa que cambiara todo. No llegó, pero gestos así son elogiables en cualquier boxeador y más, si cabe, en  alguien que va camino de las 70 peleas. Derrota unánime decidida por los jueces a los puntos (119-109, 118-110 y 117-113), Frenois retiene su título continental superpluma.