Daniel Santana
@OscarSantana10

Hoy día 22 de enero del 2019, se cumplen 46 años de un combate inolvidable, un combate que en su momento levantó gran expectación, hablamos del primer combate entre Joe “Smokin’” Frazier y George Foreman “Big George”.

Ambos habían ganado la medalla de oro en la categoría de los pesos pesados en los Juegos Olímpicos, Frazier en Tokio en 1964 y Foreman en México en 1968, los dos estaban imbatidos y en su mejor momento.

Frazier era el flamante campeón del mundo de los grandes pesos, para los organismos sancionadores existentes y para el mundo entero, pero siempre no fue así, para recordar como llegó Frazier a campeón mundial tenemos que retroceder unos años.
Todo comenzó cuando Muhammad Ali, que era el campeón indiscutible y número uno de los pesos pesados, fue desposeído del título por negarse a luchar en Vietnam, y en ese momento quedó un vacío.
Había que encontrar una solución, la WBA (Asociación Mundial de Boxeo) dispuso entonces que ocho boxeadores se disputaran el derecho a heredar la corona mediante un sistema de eliminación.

Frazier iba a ser uno de ellos, pero con la conformidad de su entrenador Yancey “Yank” Durham decidieron no participar alegando que él era el único aspirante legítimo para luchar por el campeonato.
Los combates tuvieron lugar entre agosto de 1967 y abril de 1968, entre los participantes se encontraba una de las víctimas de Frazier, el argentino Óscar “Ringo” Bonavena, así como tres púgiles a los que Ali había batido anteriormente: Jimmy Ellis, Ernie Terrell y Karl Mildenberger.
Bonavena llegó a semifinales pero fue derrotado por Ellis, que a la postre se convirtió en el nuevo campeón WBA, tras vencer en la final a Jerry Quarry.

Pero el otro organismo existente la WBC (Consejo Mundial de Boxeo) no podía aceptar que el ganador de esa competición se quedara con el cinturón de Ali, por lo que siete días antes de la final convocó un combate en el Madison Square Garden para resolver quien sería el nuevo campeón.
Los aspirantes fueron Joe Frazier y Buster Mathis, dos viejos conocidos en el campo amateur.
Mathis media 1,90 metros y pesaba 110,5 kilos, 17 más que Joe, pero “ El Marciano Negro”, como algunos apodaban a Frazier, puso fin al combate en el undécimo asalto con su golpe estrella, un gancho de izquierda que explosionó en la cara de Mathis obligando al árbitro a parar el combate.
Frazier se convirtió en el “Campeón de medio mundo” de los pesos pesados, pues solo fue reconocido en Nueva York, Illinois, Maine, Pennsylvania, Texas y Massachusetts.

Frazier y Ellis defendieron sus títulos durante dos años, Joe en cuatro ocasiones.
El esperado momento de la unificar las coronas llegó el 16 de febrero de 1970, en Melbourne, el combate tuvo un inicio relajado, pero Frazier aceleró el ritmo mandando a su oponente a la lona en dos ocasiones en el cuarto asalto. Jimmy Ellis llegó totalmente groggy a su esquina y su entrenador Angelo Dundee decidió tirar la toalla.

Ahora sí, Joe Frazier “Smokin’ Joe” era el incontestable campeón mundial de los grandes pesos, excepto para los seguidores de Ali.
Frazier realizó cuatro defensas exitosas, incluyendo la victoria por decisión unánime sobre Muhammad Ali en 1971 en el Madison Square Garden.

Para la quinta defensa se escogió a George Foreman, un hombre más joven, más fuerte y con más combates que Frazier, pero que sin embargo estaba abajo en las apuestas y tanto para los entendidos como para la afición, el pensamiento general era que no le iba a dar problemas a Frazier por su excelente estado de forma y por ese terrible gancho de izquierda.

El combate se disputó en el National Stadium, en Kingston Jamaica, con una asistencia de 36.000 aficionados.
Foreman, sin ningún tipo de complejo, salió al primer asalto convencido de sus posibilidades y con una estrategia clara, forzar las acciones e imponer su fuerza bruta.
El primer derechazo a la mandíbula de Frazier fue el principio del fin, tras la primera caída ya no se pudo recuperar cayendo en dos ocasiones más y terminando el primer asalto de espaldas en la lona. Durante el minuto de descanso se le intentó reanimar a la desesperada aplicándole sales, pero el daño estaba hecho, al minuto y medio del segundo asalto había caído tres veces más, dejando sin opciones al árbitro Arthur Mercante Sr. que detuvo las acciones a los cuatro minutos y 35 segundo del comienzo.

En las entrevistas posteriores Frazier admitió que “Le subestimé por completo, y en ningún momento pude pelear como yo tenía pensado.” Foreman dijo: “Sentí piedad por Frazier cuando me imploraba con la mirada”.

Tres años más tarde tuvieron una revancha, donde por puro impulso horas antes del combate Frazier se afeitó la cabeza, en esta ocasión Frazier intentó cambiar de táctica, moverse y no presentar un blanco fijo, pero de poco le sirvió, en el quinto asalto cayó en dos ocasiones y su entrenador Eddie Futch subió al ensogado para detener el combate.