Manuel Valero
@Manu_Valero

Felix Sturm (40-5-3, 18 KO) se dio a conocer mundialmente en 2004 cuando expuso en Las Vegas su imbatibilidad y el cinturón medio WBO ante Óscar De la Hoya. El de Leverkusen no pudo regresar a casa con el título, pero sí se ganó al público a pesar de perder, ya que una buena parte lo vio como el vencedor de aquel combate. Dos años después volvió a proclamarse campeón mundial, reinado que sólo pudo romper nuestro Javier Castillejo. A pesar de solventar con comodidad la mayoría de sus defensas, la figura de Sturm se ha vinculado inevitablemente a las decisiones polémicas en Alemania, favorecido por el buen trabajo de su promotora.
Tras perder con Fedor Chudinov (14-1, 10 KO) el pasado 9 de mayo, su equipo consiguió una revancha con el ruso en el Koenig Pilsener Arena de Oberhausen (Alemania). El local puso mucho corazón desde el inicio, anotándose los primeros asaltos. Chudinov incrementó el ritmo del combate a partir del cuarto asalto, conectando con más claridad. Sturm aguantó los golpes del campeón, desarrollándose la pelea en la corta distancia para deleite de los aficionados. A pesar de la igualdad de los asaltos, el alemán fue perdiendo fuelle en la segunda mitad, además de sufrir un corte tras un cabezazo accidental.
114-114, 115-113 y 115-113 fueron las cartulinas que convirtieron de nuevo a Felix Sturm en campeón mundial en una segunda categoría.
A sus 37 años, declaró que este podría haber sido su último combate. Por su parte Chudinov se mostró muy correcto a pesar de haber perdido por primera vez, felicitando a Sturm pero mostrando su desacuerdo con la decisión. Las estadísticas están de parte del ruso: conectó 117 golpes más que su rival en todo el combate.