Daniel Pi
@BastionBoxeo

De cara a este campeonato IBF del peso superpluma se cuestionaba la confianza de Billy Dib (43-5, 24 KO) y de su equipo en su boxeo, dudas que se confirmaron cuando el hábil excampeón renunció totalmente a utilizar su buena técnica y su estrategia habitual para plantear una embarrada y marrullera pelea repleta de agarres en la que intentar contener la destreza de su oponente, el estadounidense Tevin Farmer (26-4-1, 5 KO). Con todo, el plan le salió mal al australiano, logrando imponerse claramente Farmer por decisión unánime y tarjetas de 118-109 (la más acertada), 119-108 y 120-107, en las que se observa un knockdown padecido por Dib.

Después de que Farmer pudiese mostrar brevemente la calidad de su boxeo en el primer asalto, poniendo de manifiesto su superioridad con sus perfectas entradas y salidas, sus plásticas y efectivas esquivas y su buen uso de variadas trayectorias de golpeo, Dib salió al segundo asalto dispuesto a convertir el combate en un encuentro de lucha olímpica, abalanzándose sobre el visitante buscando única y exclusivamente agarrarse, forcejear, cabecear, estirar y empujar a “American Idol”.

Este recurso desesperadamente insistente se mantuvo con más o menos intensidad durante toda la pugna, intercalando Dib sus agarres con eventuales golpes con los que buscaba sorprender a Farmer. De todos modos, si bien veía impedido poder desplegar su mejor boxeo dinámico, la velocidad de manos, precisión y explosividad del zurdo Farmer se impusieron para conectar rápidas combinaciones, ganchos zurdos arriba y abajo, directos o uppercuts a la contra y dejar algunas buenas acciones defensivas.

No obstante, aunque estaba venciendo, la tarea de Farmer estuvo muy lejos de ser cómoda, con el árbitro australiano permitiendo a su compatriota que usase la cabeza, los hombros o que incluso siguiese pegando cuando se ordenaba el cese de las acciones, contentándose con alguna tímida advertencia. Sin poder encontrar una línea constante en la que mantenerse, Farmer osciló entre aceptar el intercambio de golpes, en el que se llevaba la mejor parte por su destreza y rapidez, o intentar en balde generar espacios y utilizar durante breves instantes su movilidad, momentos en los que alcanzaba con claridad a su oponente, si bien terminó por mostrarse cansado, frustrado y dolorido en los hombros por los tirones que daba Dib.

Así, pese a que por momentos los rounds fueron algo igualados, los golpes de poder del visitante no dejaban lugar a duda sobre quién se anotaba los episodios, logrando en el noveno asalto derribar a Dib con un curvo de izquierda a la sien. De todos modos, con Farmer desgastado y con Dib dispuesto a seguir agarrándose, arremetiendo o hacer lo necesario para seguir en la pugna, como tirar el bucal cuando estaba agotado, el encuentro alcanzó la lectura de tarjetas, sin que el tercer hombre descontase ni un solo punto al boxeador de su país.

Quizás no fue la mejor manera de coronarse, ya que en otras circunstancias habría podido brillar con sus excelentes cualidades, pero Farmer aprendió de los fallos cometidos ante Ogawa y ni siquiera cuando era más lógico que se desesperase o perdiese el control de la pelea dejó de manifestar de forma nítida su superioridad, no dando por sentado que se anotaba los asaltos. De todas maneras, pese a lo meritorio de este éxito, en frente el nuevo campeón podría tener una temprana prueba de fuego que amenazará su reinado, ya que se dice que el titular WBA Gervonta Davis y Farmer podrían unificar coronas del peso superpluma antes de que termine el año, pelea en la que el peligrosísimo noqueador partiría como amplio favorito.