Manuel Valero
@Manu_Valero

Rubin Carter “Hurricane” falleció este domingo en Toronto (Canadá) a causa de un cáncer de próstata a los 76 años de edad.
Carter nació en New Jersey el 6 de mayo de 1937 y debutó como boxeador profesional en 1961, abriéndose un hueco en el panorama internacional gracias a su pegada. El mítico y también recientemente fallecido Emile Griffith cayó en el primer asalto frente a Carter, que ganaría en su siguiente pelea a Jimmy Ellis, que consiguiera años después la corona del peso pesado.

El 14 de diciembre de 1964, Joey Giardello le derrotó por decisión unánime en su única pelea con títulos mundiales en juego, los del WBC y WBA del peso medio.
Sin embargo, en 1966 cuando estaba cerca de pelear nuevamente por un título mundial, Carter fue condenado a triple cadena perpetua por tres homicidios producidos en un bar. El boxeador fue condenado por un tribunal de blancos, y pasó 19 años en prisión.
Él siempre defendió su inocencia, pero nadie recordó su caso hasta que Bob Dylan lanzó en 1975 la famosa canción “Hurricane” que hizo que personajes del calado de Muhammad Ali se moviesen para conseguir la libertad de Carter, que estuvo brevemente en la calle durante 1976, pero volvió a prisión nueve años más.

En 1985 fue puesto en libertad después de que el juez aceptará que había sido condenado en base a pruebas falsas y racismo. Desde entonces se instaló en Toronto, dedicándose a luchar contra casos parecidos al suyo.
Con un récord profesional de 27 victorias, 19 de ellas por KO, 12 derrotas y un empate, Carter es más conocido por la película “Hurricane” que se estrenó en 1999 protagonizada por Denzel Washington, por la que ganó un Globo de Oro y estuvo nominado al Óscar.

“Huracán” Carter quedará en la historia como una de las grandes historias deportivas, contada por Bob Dylan y la famosa película, aunque también como el boxeador que no consiguió el título mundial, que años después le concedería de manera honorífica el Consejo Mundial de Boxeo.
“Esa es la historia del Huracán, pero no terminará hasta que limpien su nombre y le devuelvan el tiempo. Lo pusieron en la celda de una prisión, pero pudo haber sido campeón del mundo”. Bob Dylan.