Óscar Díaz, Luan Borges y Ezequiel Gurría

David Pastor

Tras una polémica decisión arbitral en el octavo asalto de la pelea que puso en juego el mismo título entre ambos protagonistas el pasado noviembre en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira, llega una nueva oportunidad para un Ezequiel Gurría motivado que tendrá para la ocasión y a diferencia de aquel primer enfrentamiento celebrado en casa del vigente campeón, el aliento y apoyo incondicional de los todos aquellos aficionados que asistan el viernes 5 de abril al CDM SIGLO XXI.

Dentro del mundo pugilístico a la pelea ya se le denomina como “La gran revancha”.
Y es que aquella controvertida decisión tomada en su momento por el árbitro designado, el belga, Philippe Wouters, parece ser que no dejó contento a nadie, empezando por un boxeador aragonés que se vio desconcertado ante la decisión tras una pelea disputada en la que logró mandar a la lona en el segundo asalto al púgil sevillano.

Así que de la indignación y disconformidad de la derrota por un lado, y de las ganas de difuminar cualquier duda en torno a la controvertida victoria sentenciada por el otro, con poco tiempo de por medio y siempre valorando, ambos protagonistas decidieron subir de nuevo al cuadrilátero para una pelea atractiva, que seguro, será recordada y dará mucho de qué hablar.

Las sensaciones de cara a este segundo enfrentamiento -me aventuro al decir que quizás el más importante en la carrera de Ezequiel – conseguir el título implicaría dar un paso importante dentro del ranking europeo- son inmejorables, estando convencido el púgil aragonés de conseguir la victoria ante la visita de un Toro Díaz que arrastrará hasta Zaragoza a numerosos de sus seguidores. “Ha sido la preparación más larga que hemos realizado en mi carrera. Normalmente como trabajo previo y específico para las peleas dedicamos dos meses de entrenamiento. Teniendo margen y sabiendo lo que hay en juego para la pelea del próximo viernes hemos podido prepararnos durante un mes más por y para esta pelea ajustando algunos puntos de trabajo a la vez que subimos muchísimo más el nivel de los sparring. Las sensaciones son que vamos a llegar en un punto muy dulce y con toda la confianza del mundo sabedores a ciencia cierta de lo que va a pasar”.

Tras mucho tiempo sin disputar una pelea en Zaragoza, Ezequiel se muestra ilusionado con esta nueva puesta en escena ante los suyos, destacando el título europeo que hay en juego, y valorando el esfuerzo que ha significado esta celebración por parte de todos aquellos implicados en la organización. “Siempre hemos soñado con poder traer la disputa de un título europeo a Zaragoza. Mañana viernes será el momento perfecto gracias al gran trabajo del promotor, Luan Borges, mi equipo Gallego Prada, y por supuesto mi hermano, Jesús Gurría, sin olvidarme y agradeciendo la ayuda y respaldo de todos los patrocinadores”.

Ezequiel Gurría regresa de esta manera al mismo escenario que le vio proclamarse Campeón de España en diciembre de 2019 ante Jony Viña; siendo el venezolano, Anderson Rangel, en noviembre de 2022, su última víctima en un mismo recinto deportivo que para la ocasión superó el millar de espectadores. La pelea del viernes promete, esperándose superar aquella cifra.

Volver a pelear en casa será un momento especial para Ezequiel. “Tengo mucha ilusión de volver a boxear ante mi gente. Aunque como profesional tienes que intentar abstraerse de todo lo que te rodea centrándote únicamente en la pelea, hay veces que el subconsciente por lo que sucede en lo externo te puede afectar cuando estas lejos de casa. Cuando peleas fuera, golpeas y sueles escuchas únicamente los ánimos de tu esquina, mientras que por el otro, aunque no te hagan daño, notas el empuje y bullicio de los que dan aliento al de casa”.

Ezequiel o Toro Díaz. Dos púgiles de estilos bien diferenciados con un mismo denominador común. Los dos boxeadores coinciden en que su contrario no llegará en pie al último asalto.