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Es sabido por la afición al boxeo que el vendaje y los guantes que se emplean en los combates regidos por las normas olímpicas dificultan el KO. Los contendientes se encuentran mucho más protegidos que en el pugilismo profesional. Además, las cuentas de protección llegan al mínimo indicio de pérdida de orientación. Por este contexto es por el que llama especialmente la atención que Esteban Jiménez (Puerto Príncipe, República Dominicana) haya alcanzado la final del All Star Gasteiz del próximo 23 de enero en el polideportivo Judimendi de la capital alavesa, solventando sus combates por la vía rápida.
“A Esteban le pesa la mano”, explica su preparador José Luis Celaya junto a uno de los rings del gimnasio Gasteiz Sport. “Debe entrenar duro y aprender a sufrir, pero le adivino porvenir en el cuadrilátero. Si tira a sus rivales con este vendaje y guantes grandes, con el vendaje duro y el guante profesional puede resultar un boxeador a tener en cuenta. Además, está competiendo en 60 kilos cuando yo creo que puede dar 57 kilos bastante bien . Sería un pluma terrible. Pero para eso queda mucho trabajo, mucha voluntad y que lo quiera de verdad”, concluye.
Jiménez (9 de agosto de 1996) llegó a España hace 6 años. Su padre, que trabajaba en el campo, ahorró hasta poder pagar los pasajes de Esteban y su hermana. Primero vivieron en Toledo. Pero pronto se desplazaron a Vitoria-Gasteiz. Jiménez ya iba al gimnasio en la República Dominica y hasta había hecho un par de combates. Recién llegado, entrenó con Gelu García y después se decidió por el Gasteiz Sport de José Luis Celaya.
“A mi padre no le gusta que pelee. Él fue boxeador amateur. Le preocupan los accidentes y los golpes. me viene a ver, pero no lo pasa bien”, revela Jiménez. “Yo si que quiero combatir, medirme a los mejores, ver hasta dónde puedo llegar. No me considero un boxeador rápido, pero pego duro y soy listo en la pelea”, añade.
CRUCES DIFÍCILES EN EL ALL STAR
No tuvo un camino sencillo en el All Star, torneo que se ha venido disputando en Vitoria-Gasteiz con buena parte de los mejores pesos ligeros del momento. En el primer cruce le tocó un rival contrastado, habitual de los campeonatos de Euskadi, campeón de Gipuzkoa y, sobre todo, gran boxeador: Xabier Burgueño. La victoria por KO se consideró en los círculos pugilísticos como una sorpresa; un mal día del estilista donostiarra derivado de los problemas para exprimirse en la báscula. En la siguiente eliminatoria, un Ionut Baluta con decenas de combates en sus puños, ex miembro de la selección rumana, fogueado en campeonatos internacionales. La derecha de Jiménez lo mandó a la lona dos veces antes de que el árbitro parara el pleito.
Dos semanas después de la semifinal acudió a Malaga -donde anteriormente había trabajado con el invicto Mikael Mkrtchyan “Micha”- a una velada que ya tenía comprometida. Perdió al no poder terminar el combate a consecuencia de un calambre en la pierna. Antes, había forzado una cuenta de protección a su rival tras derribarlo.
“Hombre, me haría ilusión ganar el All Star. Más por la satisfacción personal que por el premio económico, aunque, claro, necesito el dinero“.
Seguidor de Cotto, Pacquiao y Canelo Álvarez, Esteban Jiménez es fan del dominicano Joan Guzmán, campeón del mundo IBF, WBA y WBO en varios pesos en torno al pluma y poseedor de otros títulos intermedios. Y quiere continuar los pasos de otro dominicano al que admira: Ruddy Encarnación.
Así es Esteban Jiménez, el ligero de la mano pesado. Uno de los finalistas del All Star Gasteiz del próximo 23 de enero en el polideportivo Judimendi de Vitoria.
