Daniel Pi
@BastionBoxeo

Las divisiones más ligeras, y especialmente el peso mínimo, tienen fama de ser muy variables, habiendo una multitud de campeones que apenas prorrogan su tiempo en el trono de un organismo por el inmediato asalto de otro boxeador, muchas veces desconocido fuera de su país, que a su vez tendrá difícil asentarse en su posición titular.

Esto, que ha complicado el seguimiento de dichas categorías por parte de los aficionados, ha experimentado una ligera excepción recientemente en los títulos WBC y WBA del peso mínimo, que en los últimos cuatro años y medio han tenido respectivamente sólo tres monarcas mundiales, con dos campeones actuales firmemente consolidados como los tailandeses Chayaphon Moonsri y Thammanoon Niyomtrong. Con todo, en el otro extremo del cuadro de titulares podemos encontrar un caso de gran volatilidad como el del cinturón WBO que respalda la teoría de la variabilidad de las divisiones inferiores en peso.

Y es que el cetro que actualmente posee Ryuya Yamanaka (16-2, 5 KO) ha visto siete reinados diferentes en algo más de cuatro años y medio, estableciendo una media de un nuevo campeón cada ocho meses. Así, el corto reinado de Merlito Sabillo fue sucedido por otro, el de Francisco “Chihuas” Rodríguez, todavía más breve, que fue seguido a su vez por la temporal posesión del cinto WBO de un Katsunari Takayama que ni siquiera realizó una defensa. Finalmente, la coronación de Kosei Tanaka, sucedida por la eventual posesión del trono por parte de Takayama de nuevo y por la de un Tatsuya Fukuhara ascendido desde la posición de titular interino completan el recorrido hasta llegar a Yamanaka, que este viernes buscará algo que no se logra desde el citado Sabillo: lograr una segunda defensa del cinto WBO.

Este objetivo lo intentará alcanzar en el Central Gymnasium de Kobe (Japón) ante un conocido de la afición nipona como el filipino Vic Saludar (17-3, 10 KO), que en diciembre de 2015 ofreció una muy buena actuación, antes de ser noqueado en el sexto round, en el mundial disputado ante el actualmente imbatido campeón en dos divisiones Kosei Tanaka, que visitó la lona y padeció repetidos apuros. Es en base a esa pugna por lo que parece que Saludar ha sido seleccionado para esta defensa voluntaria de Yamanaka, que ante dicho sólido pegador filipino tendrá la oportunidad de mostrar de forma más clara de qué está hecho realmente después de su brillante triunfo ante el duro aspirante obligatorio Moisés Calleros, al que dominó completamente hasta forzarlo a abandonar.

Tanto presionando como caminando el ring Saludar se desenvuelve muy bien y mantiene el orden, algo que se traduce en que, más tarde o más temprano, siempre encuentra el hueco para sus fortísimos uno-dos, que tantos apuros le provocaron al excelente Tanaka. Por ello, Yamanaka tendrá frente a sí un reto complejo, en el que deberá esperar, más allá del poco espectacular recorrido reciente de Saludar, un boxeador que lo dará todo para intentar coronarse y que supone una continua amenaza. De ese modo, quizás lo más sensato para el monarca japonés sería apoyarse en sus mejores armas, sus buenos desplazamientos, su formidable uso del jab y su gran aprovechamiento de la distancia larga, para reducir los riesgos y tratar de establecer un consistente dominio que deje sin opciones tácticas al visitante y que abra la puerta más adelante en la pugna a sus decisivos ganchos al hígado.
En el paso por la báscula Yamanaka dio 47,500 kg y Saludar dio 47,400 kg, por lo que no superaron el límite de la división del peso mínimo (47,6 kg).