Daniel Pi
@BastionBoxeo

En el respaldo del encuentro entre Mikey García y Sergey Lipinets, que tendrá lugar este sábado en el Freeman Coliseum de San Antonio (Estados Unidos), se ha situado otro mundial del peso superligero, en este caso por el vacante cinto WBA, en el que se verán las caras por segunda vez el cubano Rances Barthelemy (26-0, 13 KO) y el bielorruso Kiryl Relikh (21-2, 19 KO), enfrentamiento de revancha ordenado por el organismo arriba citado.

Esta decisión fue motivada por las protestas que generó el veredicto de la primera pugna entre ambos, ya que se consideró que la pelea estuvo igualada y las cartulinas favorables a Barthelemy fueron para algunos demasiado amplias y para otros directamente un robo a Relikh. Así, no habiendo convencido a casi nadie las puntuaciones de una pelea entretenida y en la que los dos púgiles visitaron la lona, el duelo de desquite ha sido perfectamente acogido.

Desde el punto de vista de las consecuencias, la primera y la segunda contienda entre ambos no tienen punto de comparación, dado que la del pasado mayo era una eliminatoria final y la de este fin de semana será un campeonato mundial que se dice que podría llevar al vencedor a una unificación contra el ganador del otro mundial del superligero de la velada. En cambio, por lo que se refiere a lo deportivo, los dos enfrentamientos son vistos de una manera muy similar.

De nuevo se espera que, en líneas generales, se produzca un choque de estilos, con el elusivo Barthelemy tratando de reconducir con su habilidad las agresivas embestidas del tenaz Relikh. También, otra vez, el favorito será el cubano, si bien por un margen mínimo, mucho menor al de la anterior ocasión. Y es que, aunque Barthelemy tiene a su favor una notable ventaja en alcance, precisión, técnica y recursos, no supo aprovechar dichos elementos de la forma apropiada, viéndose acechado en muchos momentos por un Relikh con un boxeo muy básico y limitado, incluso tosco, pero que no temía recibir golpes con tal de alcanzar la distancia corta y anotar sus poderosos puños en combinación. Por otro lado, Relikh de forma recurrente permaneció demasiado expectante antes de lanzarse al ataque, dando instantes cruciales para que su adversario estabilizase su boxeo y conectase manos claras.

Es por todo esto que el triunfo en esta revancha irá a parar al boxeador que mejores lecciones haya extraído del primer choque y modifique su actuación conforme a ellas, debiendo Barthelemy jabear con constancia, buscar insistentemente su fulgurante directo diestro y evitar a toda costa quedarse estático, mientras Relikh tendrá que realizar transiciones mucho más veloces desde la distancia larga a la corta, estar más activo de piernas para cortar mejor el ring y aumentar su cadencia tratando de no sobreexponerse.

En la báscula Barthelemy dio 63,300 kg y Relikh dio 63,500 kg, límite exacto del peso superligero.