Darío Pérez
@Ringsider2020

La estadounidense Claressa Shields (10-0, 2 KO), y la canadiense Eve DiCaire (17-0, 0 KO) disputan esta noche en Flint (Michigan, Estados Unidos) un combate de unificación total en el peso superwélter femenino.

Shields, natural de la localidad, es campeona mundial WBC y WBO, mientras que DiCaire posee el cinturón IBF, uniéndose a ellos el vacante cetro de la Asociación Mundial de Boxeo. Decimos «vacante» porque la WBA, en otra de sus fechorías a las que no terminamos de acostumbrarnos, tenía una campeona mundial en este peso, la costarricense Hanna Gabriels, pero, viendo la ocasión, ha creado el «Supercampeonato» por primera vez en el boxeo femenino, título obviamente sin dueña.

Shields, además de ser embajadora de la igualdad de género en el deporte, es una de las mejores boxeadoras de la historia, a pesar de no haber cumplido aún 26 años. Doble campeona olímpica dentro del peso medio en 2012 y 2016, tiene el récord de ser, incluidos hombres y mujeres, la campeona mundial en dos y tres divisiones habiendo empleado menor número de peleas. Asimismo, ya unificó las cuatro coronas del peso medio en 2019, por lo que ahora aglutinaría todos los cinturones en una segunda categoría, algo totalmente inédito. La idea de Flint es, en unos meses, mudarse al mundo de las artes marciales mixtas (MMA), mucho mejor remunerado para las mujeres que el boxeo, tras haber conseguido todo lo posible en el Noble Arte.

El evento, bautizado como Superwomen en una fecha cercana al 8 de marzo, cuenta con otras exponentes del boxeo femenino en los combates previos, como la texana Marlen Esparza (8-1, 1 KO), que pelea en el peso gallo contra la canadiense Shelly Barnett (4-3-2, 0 KO).

Esta madrugada de viernes a sábado podrá seguirse la velada en España a través de FITE, en un PPV que cuesta 30 dólares en todo el mundo (unos 25 euros). Se puede contratar aquí.