José Manuel Moreno
@josemorenoco

Son dos formas de afrontar el ser padre en deportistas de élite. No opinamos, informamos. Mientras el pivot español de la NBA Marc Gasol dejaba el pasado mes de septiembre la concentración de la selección española en la víspera del trascendental y a la postre nefasto partido ante Francia, con la dolorosa derrota que aún recodamos, hubo un boxeador de la élite mundial, el ruso Sergey Kovalev, que esperó a finalizar su combate ante Bernard Hopkins para ver a su retoño Aleksandr y a su esposa Natalia. El menor de los Gasol hizo un partido espantoso ante los franceses y Kovalev le dio un repaso al casi cincuentón del boxeo mundial. Cosas, puede que casualidades.

La cuestión es que Kovalev no tardará mucho en volver a los cuadriláteros y todo parece indicar, y de hecho así han comenzado las negociaciones, para que se enfrente al canadiense de origen haitiano Jean Pascal, del que ayer mismo informábamos que tiene una pelea pendiente la próxima semana ante el argentino Roberto Bolonti. «Cambiar pañales es más peligroso que pelear con Hopkins» dijo sarcásticamente Kovalev en su residencia de Los Ángeles. Él tiene una defensa obligatoria ante el francés Nadjib Mohammedi (36-3, 22 KO) que parece rechazar HBO por su falta de interés mediático, es decir, crematístico. Lo que no quiere el campeón ruso es que la rigurosa IBF le desposea de la corona, pero el organismo podría dar permiso para una pelea anterior a la obligatoria. Kovalev no le hace ascos a pelear con «Superman» Stevenson pero de momento no hay nada hablado para ese combate. Kovalev, mientras se decide su futuro, viajará a Rusia para visitar a sus padres… y para ahorrarse quitar pañales, permítanme la broma.