Emanuel Navarrete

Darío Pérez
@Ringsider2020

Kissimmee, población del estado de Florida al sureste de Estados Unidos, fue sede del Campeonato del Mundo Pluma, versión WBO. Se enfrentaron el campeón, Emanuel Navarrete, y el retador, Christopher Díaz. Top Rank promovió el evento.

«El Vaquero» Navarrete (33-1, 28 KO) realizaba su primera defensa del cinturón ante «El Pitufo» Díaz (26-3, 16 KO), en un duelo México-Puerto Rico como en tantas ocasiones en la historia del Noble Arte…y nadie puede sentirse defraudado por lo visto en el ensogado de Kissimmee. Se estudiaron al comenzar las hostilidades, y fue el campeón quien expuso las primeras malas intenciones hacia el aspirante Díaz, gracias a su mayor altura y longitud de brazos. Sin embargo, los primeros asaltos fueron igualados, con Díaz más constante y activo principalmente en el segundo, pero la sensación de peligro ante la variedad de golpes y trayectorias del Vaquero. Se soltaron los contendientes desde el tercer round, con bellos intercambios de cuero aceptados por ambos, tanto en posiciones estáticas como en desplazamiento, como un precioso uppercut de izquierda que derribó al de Puerto Rico. Era el cuarto asalto, y Díaz mostró buena capacidad de recuperación en el siguiente, pleno de voluntad (y algún golpe en lugares no permitidos).

El pleito entró bastante animado y con alternativas en su segunda mitad, con un punto restado a Díaz por pegar repetidamente en la espalda de Navarrete. Tras terminar el séptimo asalto con buen ánimo el boricua, el octavo se convirtió en decisivo: con sus fanáticos gritando «Pi-tu-fo», animados por la actuación del centroamericano, Navarrete conectó una combinación que le mandó a la lona, a lo que añadió una nueva caída de Díaz con golpes al cuerpo. Sufría mucho el aspirante por la acumulación de minutos en una guerra total, que es en lo que había mudado la contienda. El corazón enorme de Christopher Díaz fue lo que le hizo resistir en pie, aunque no pudo escuchar la campana final porque, en el duodécimo y último round, se jugó el todo por el todo a noquear al Vaquero, y lo que pasó es que a la contra fue cazado por Navarrete. Cayó, se levantó con un coraje fuera de este mundo, pero irrumpieron en el ring su esquina y el médico, aconsejando al árbitro (tolerante en exceso ante la carnicería) que, pese a los solo diez segundos restantes, no continuase con la contienda. Lo merecía, pero la salud debe primar siempre.

El duelo de semifondo de la noche nos mostró al neoyorquino de origen portorriqueño Édgar Berlanga (17-0, 16 KO) y al también estadounidense Demond Nicholson (23-4-1, 20 KO), a ocho asaltos en el peso supermedio. Por primera vez, Berlanga escuchó anunciarse el segundo asalto, poniéndose fin a su impresionante racha de dieciséis KO en el primero. Con buen criterio, The Monster se dedicó a trabajar y no a obsesionarse con la estadística, producto de lo que conectó un gancho a la sien de Nicholson, que cayó en el segundo asalto. Tras otra serie de impactos, ante los que se intentó agarrar su rival como podía, la historia se repitió en el tercero. Demond Nicholson, pese a sus visitas a la lona, se mostró como un púgil competente y duro, sacando también manos con peligro hacia la estrella en ciernes. Sin embargo, este sufrió una nueva caída al comenzar el quinto asalto, y daba la sensación de tener las piernas pesadas y no estar igual de ágil, aun siguiendo con gran coraje. En los últimos segundos del combate, el cuarto viaje de Nicholson a la tarima cerró el choque con la sensación de, pese a no haber ganado con un espectacular nocaut, un gran aprendizaje para Édgar Berlanga, que ganó en las amplias cartulinas con 79-68, 79-69 y 79-69.

En los combates previos, el estadounidense nacido en Puerto Rico Josué Vargas (19-1, 9 KO) se impuso al californiano Willie Shaw (13-3, 9 KO) a diez asaltos en el peso superligero. El público presente vibró con el combate, en el que hubo intercambios descarnados desde el primer round, aunque lógicamente no se pudo seguir ese ritmo frenético durante toda la pelea. 98-92, 99-91 y 99-91 fueron las puntuaciones, quizás exageradas, en beneficio de Vargas. Además, el prometedor peso wélter Xander Zayas (8-0, 6 KO) ganó antes del primer descanso de su pelea a Demarcus Layton (8-2-1, 5 KO). Nombre a seguir el del portorriqueño de tan solo 18 años.