Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui
Anoche en el Gimnasio Emporio de Alcorcón (Madrid), con lleno, unos 450 espectadores, la promotora Emporio Boxing organizó una velada mixta con nueve combates amateur y uno profesional.
En el combate profesional, a seis asaltos en el peso superligero, el dominicano Elianel Guerrero (7-0, 4 KO) del equipo Segobox de David Gómez, derrotó en un duro combate al pupilo de Javier Castillejo, el argentino Demian González (3-1, 1 KO), por KOT en el cuarto asalto.
La pelea había levantado mucha expectación, era un duelo entre imbatidos, de púgiles con futuro, bravos, no exentos de técnica, un combate no difícil de casar y bien dispuesto para emocionar a los aficionados, que por ello llenaron el recinto hasta el final. Lógico.
Eran dos púgiles que además se conocían de haber hecho varias sesiones de sparring, aunque parecía que a Guerrero se le había olvidado, porque tomó el primer asalto de estudio, midiendo sus golpes, mientras que González salió agresivo, más activo que un agarrotado segoviano. En el segundo round se fue soltando Guerrero y hubo buenos intercambios, aunque llevó la mejor parte el argentino que se volvió a anotar el asalto.
Pero en el tercer episodio cambió el combate, los golpes del dominicano ya eran secos y precisos, y comenzaron a hacer mella en González, que se retiró a la esquina con el ojo derecho hinchado y el izquierdo prácticamente cerrado. La pelea había dictado sentencia, la inferioridad física de Demian González era manifiesta y su pérdida de visión evidente.
En el cuarto asalto salió a por la victoria Guerrero percutiendo con múltiples golpes a González, que casi no divisaba a su rival y que terminó cayendo a la lona. El árbitro Iñaki Conejero le desgranó la cuenta, pero al final de la misma, entre el entrenador Castillejo y el propio árbitro consideraron que el combate debía finalizar.
Un gran triunfo para Guerrero que se va acercando a los mejores superligeros españoles. Y para Demian González, vuelta a empezar, tras un tropiezo nadie se queda en el suelo.
