Manuel Valero
@Manu_Valero
El 7 de marzo de 2015, se iniciaban las series Premier Boxing Champions, devolviendo el boxeo en abierto a la televisión estadounidense. Con una puesta en escena inmejorable, altas bolsas para los boxeadores y multitud de veladas, Al Haymon realizaba una arriesgada apuesta, firmando cerca de doscientos púgiles. Nacido en Cleveland en 1956, Haymon demostró ser un excepcional empresario, guiando las carreras de cantantes como Michael Jackson o Whitney Houston, además de entrar en el mundo del cine junto a Eddie Murphy. Una de sus últimas artistas, Beyoncé (esposa del también músico y promotor Jay-Z), lo acusó de intentar apropiarse de unas ganancias de una gira.
Hermano de Bobby Haymon, un jornalero de los setenta cuyo máximo hito fue perder con un jovencísimo Sugar Ray Leonard, Haymon empezó su andadura en el pugilismo representando a Vernon Forrest, tristemente fallecido años después en un tiroteo. El enigmático Haymon, pues no concede entrevistas ni se deja ver en las veladas, guió a Floyd Mayweather después de que este rompiese su contrato con Top Rank. No le fue nada mal a «Money» Mayweather, pasando a la historia como el púgil que más dinero ganó a lo largo de su carrera, lo que valió a Haymon un gran prestigio, por lo que otros campeones mundiales como Adrien Broner, Paul Williams o Shawn Porter decidieron firmar con él.
Con Richard Schaefer al mando de Golden Boy Promotions, mientras Óscar De la Hoya luchaba contra su adicción a las drogas, Haymon se hizo con los contratos de estrellas como Deontay Wilder, Leo Santa Cruz o Danny García, decidiendo iniciar su andadura como promotor. Y es que Haymon no sólo actúa como promotor, sino que también es el mánager de sus boxeadores, incumpliendo la Ley Muhammad Ali, por lo que Bob Arum lo llevó a los tribunales. La animadversión entre ambos estuvo cerca de que Floyd Mayweather y Manny Pacquiao no peleasen, solventando sus diferencias los dos promotores este verano.
Haymon desembolsó cerca de quinientos millones de euros para poder emitir sus veladas en canales con audiencias millonarias como la NBC, FOX o ESPN, además de otras cadenas menores como Spike, Bounce TV o FS1. En los sistemas de cable, Showtime fue la elegida por Haymon para televisar sus eventos. Keith Thurman-Robert Guerrero, Adrien Broner-Shawn Porter o Leo Santa Cruz-Abner Mares fueron algunos de los combates programados en el fulgurante inicio de Premier Boxing Champions. Dos españoles, Gabriel Campillo (ya retirado) y Kiko Martínez también forman parte del plantel de Al Haymon. Mariano Hilario, Luciano Cuello o Adasat Rodríguez pelearon en veladas bajo su amparo, mientras que Jonathan Alonso continúa su carrera en Estados Unidos con Lou DiBella, mano derecha de Haymon.
Año y medio después (y con casi cien veladas realizadas), la situación de Premier Boxing Champions es muy distinta a la inicial. La pérdida continúa de dinero ha obligado a Haymon a reducir sustancialmente el número de veladas, desapareciendo el decorado de los pabellones para minimizar los gastos. La mayoría de sus boxeadores sólo han realizado un combate a lo largo del año, como es el caso de Keith Thurman, Adonis Stevenson o Danny García, no siendo nada halagüeña sus perspectivas de aquí a fin de año. La drástica disminución de las bolsas, además de la elección de rivales poco atractivos son las causas del desplome del proyecto.
Eddie Hearn, promotor que está liderando el auge del boxeo británico, revelaba ayer que Al Haymon le había realizado una oferta inicial de 100.000 dólares para que Sam Eggington pelease con Danny García. No deja de sorprender la ínfima cantidad ofertada, comparada con las que percibían los boxeadores que peleaban en Premier Boxing Champions hace un año, además del hecho de que un consolidado campeón como García fuese a enfrentarse a un rival del nivel del británico. Otros boxeadores de Haymon, como Danny Jacobs, podrían boxear en veladas ajenas a Premier Boxing Champions.
A pesar de que la empresa lo niega, la situación no tiene visos de cambio de aquí a final de año, esperando Haymon a 2017 para intentar frenar los números rojos. Tras la velada de anoche, donde el cubano Yordenis Ugas noqueó al invicto Bryant Perella, Premier Boxing Champions no tiene programado ningún evento, algo sorprendente para una promotora de esta características. Mientras la UFC ha sido vendida por cuatro mil millones de dólares, el modelo de Haymon se hunde sin llegar a los dos años de vida.