Darío Pérez
@Ringsider2020

El tercer combate entre Deontay Wilder (42-1-1, 41 KO) y Tyson Fury (30-0-1, 21 KO), con el Campeonato del Mundo del Peso Pesado WBC en juego, se disputará con público… o se aplazará de nuevo. Tras el triunfo del británico el 22 de febrero con una espectacular actuación, Wilder hizo valer la cláusula de revancha inmediata en el contrato del combate. Sin embargo, el coronavirus frenó lo de «inmediata», suspendiéndose el duelo previsto para el 18 de julio.

Ahora, con la fecha del 19 de diciembre a punto de confirmarse como definitiva, queda un pequeño detalle para que el Wilder-Fury III ocurra: la presencia de público en las gradas. Parece que el duelo se disputaría en el Allegiant Stadium de Nevada (Las Vegas), precioso recinto terminado en este mismo año que será inaugurado en unos días con un partido de NFL (fútbol americano). El estadio, con techo retráctil, tiene una capacidad de 72000 espectadores, aunque lógicamente no se podría llenar por cuestiones sanitarias.

Top Rank (mánager de Fury en Estados Unidos) y PBC (promotora de Wilder) están trabajando junto a las autoridades del estado de Nevada, para así poder permitir el mayor número de público posible sin ser un peligro para la salud pública. El segundo combate de la eventual trilogía dejó en taquilla casi 15 millones de euros, por lo que es una fuente de ingresos a la que los dirigentes no quieren renunciar.

Bob Arum, de Top Rank, se mostró optimista ante la celebración de la pelea en la fecha señalada, declarando que «estamos progresando bien en las negociaciones, porque no podemos realizar la pelea sin fans. Todos estamos cooperando, buscando protocolos adecuados para la asistencia de espectadores».