Daniel Pi
@BastionBoxeo
Se puede estar a favor o en contra de la actitud del británico Tyson Fury (27-0-1, 19 KO). Puede gustar más o menos su estilo combativo. Pero sea cual sea la valoración que despierte, lo cierto es que cuenta con un carisma y una personalidad que le hacen extremadamente fácil de promocionar para cualquier compañía con mínima habilidad y poder. Esto es así hasta tal punto que, incluso cuando se enfrenta a oposición de calidad limitada, es capaz de acaparar en gran parte la atención de la jornada boxística en la que combate.
Esto queda muy claro este sábado, que tendrá buenos campeonatos mundiales pero en el cual para muchos, especialmente entre los aficionados casuales y los medios generalistas, pero también entre seguidores expertos y analistas especializados, curiosamente la pelea más merecedora de atención será la que Fury disputará ante un Tomas Schwarz (24-0, 16 KO) por el que se pagan quince euros por euro apostado.
Esa es la magia del apodado “Gypsy King”, que es capaz de convertir en grandes audiencias incluso los combates desparejados, a modo de un “rey midas” de origen traveller que con gestos provocadores, esperpénticos o fanfarrones antes y durante el combate y, sobre todo, con un boxeo extremadamente eficaz, en el que es realmente difícil de alcanzar gracias a esquivas en apariencia imposibles para un hombre de más de dos metros de altura, ha conquistado la admiración de muchos seguidores mientras lograba un puesto entre la cumbre de la categoría sin límite de peso.
Lo cierto es que, tras la derrota de Joshua ante Ruiz, y teniendo en cuenta que la mayoría vieron a Wilder desdibujado por su boxeo defensivo, la figura de Fury ha vuelto a generar un serio y extenso debate sobre si es o no el mejor peso pesado de la actualidad, etiqueta que ya se ganó en su momento al hacer estallar por los aires el larguísimo reinado de Wladimir Klitschko.
Sea como sea, y a la espera de que se produzca el anuncio oficial y definitivo de la fecha y sede de su revancha contra Deontay Wilder, que en teoría ya está firmada, Fury se dará un baño de multitudes de los que tanto le gustan en el que bailar a su propio ritmo, frase que en su caso no es solamente metafórica.
El caso es que ante un Schwarz con ambición e invicto pero por debajo del nivel de la cumbre, Fury tendrá la oportunidad de sacar a relucir todo su peculiar repertorio en su debut en Las Vegas (Estados Unidos), en el MGM Grand, para ser exactos, y en la que será su primera pelea de la mano de ESPN, cadena con la que firmó un acuerdo valorado entre los 70 y los 100 millones de euros. Dicho contrato, en el que está implicado Top Rank, se considera que perfectamente será rentabilizado, no teniendo dudas de ello un Bob Arum al que no le tiembla el puso al comparar a sus boxeadores con estrellas del pasado y que ha asegurado de Fury:
“Puede hablar como Ali y resonar como Foreman, será conocido no sólo como un peleador. La meta es que la gente común le siga. La gente que está interesada en lo que sucede en América, incluso si no son fans del deporte o del boxeo, serán atraídos por él como lo fueron por George Foreman”.
El invicto Tomas Schwarz, demasiado lento para un adversario tan dinámico, demasiado previsible o convencional para pelear contra un hombre que se ha autocalificado como un loco, no es el tipo de púgil que uno esperaría encontrar en el récord de un boxeador que apunta a tener un espléndido legado y que muchos ven como un seguro candidato al Salón de la Fama. Pero Fury es, para lo bueno y para lo malo, un personaje único que consigue que, enfrentándose muchas veces a rivales que no serían aceptados para el resto de la élite del peso pesado, una extensa capa de aficionados celebre cada una de sus peleas como si de un acontecimiento pugilístico de primer orden se tratase; como si cada una de sus pugnas fuese algo que recordar de un recorrido que auguran muy especial.
La plataforma de streaming de ESPN, ESPN+, será la encargada de emitir en Estados Unidos la cartelera principal del evento Fury-Schwarz desde las 4:00 h de la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española, retransmitiéndose primero como semifondo el choque del peso semipesado entre Sullivan Barrera y Jesse Hart.
