Daniel Pi
@BastionBoxeo

La victoria contra pronóstico cosechada en Japón ante el campeón unificado WBA e IBF del peso minimosca Ryoichi Taguchi dio al sudafricano Hekkie Budler, excampeón del peso mínimo, una insigne posición en la división, pero su condición de doble titular a penas duró.

Y es que la orden de defensa obligatoria emitida inmediatamente por la IBF para que defendiese la corona de dicho organismo ante Félix Alvarado se tradujo, finalmente, en una subasta que dejó una cifra ganadora de 22.000 euros, por lo que el monarca se debía conformar con una bolsa de 16.000 euros que en nada le satisfacía, decidiendo entonces dejar vacante ese título y conservar el WBA que todavía posee.

De esta forma, se designaron los coaspirantes al cinto sin dueño, siendo estos, lógicamente, el retador oficial de Budler, el nicaragüense Félix Alvarado (33-2, 29 KO), y el boxeador que le seguía en las listas, el filipino Randy Petalcorin (29-2-1, 22 KO), que este lunes, en el Midas Hotel and Casino de Manila (Filipinas), y en un evento organizado por la promotora dirigida por Manny Pacquiao, pugnarán por convertirse en campeones mundiales por primera vez en sus carreras.

Teniendo los contendientes un récord combinado de 62-4-1 y 51 nocauts, cifra extrañamente elevada para un choque de la división del peso minimosca, el cruce podría sugerir sobre el papel una dura batalla de intercambios. Con todo, aunque sí podrían haber bastantes golpes de poder y notable exigencia física, sobre todo por un Alvarado tremendamente agresivo y que no mide ni sus esfuerzos ni sus riesgos al ataque, el campeonato probablemente deje cierta contraposición en los estilos, con el local intentando boxear más y evitando los cruces de golpes innecesarios.

Por su resistencia y combatividad y por haberse medido a boxeadores de mayor nivel medio tanto en el duro circuito nicaragüense como en sus salidas al extranjero, en las que se enfrentó a púgiles del nivel de Kazuto Ioka o Juan Carlos Reveco, Alvarado partirá como favorito, si bien su descontrolada potencia, que se traduce en numerosos fallos, abre una buena oportunidad a un Petalcorin más ordenado, más hábil en su uso de las piernas, con mejor boxeo en larga y que además peleará como local. Así, el combate se perfila de dos maneras posibles: con Alvarado marcando la diferencia con su contundencia, especialmente en la primera mitad, o con Petalcorin aprovechando las arremetidas de su rival para esquivar y puntuar e intentar llegar a una favorable decisión.

El límite del peso minimosca, 49,000 kg, fue marcado por Petalcorin, mientras que Alvarado dio un más ligero 48,500 kg. El evento será televisado por ESPN+ a partir de las 12:00 del mediodía en hora española.