Julio González

En 1983, cuando el boxeo en España comenzaba una de las más importantes crisis que ha atravesado nuestro deporte, un boxeador destacaba sobre las últimas figuras que todavía se mantenían en los últimos días: era Alfonso Redondo. Por el contrario, Perico Fernández era uno de los púgiles de la vieja guardia que todavía intentaba mantenerse; su carrera había sido impresionante: campeón de España, campeón de Europa en dos pesos ligero y superligero y campeón del mundo superligero.

El promotor santanderino José García se hizo con la subasta de la pelea por el título nacional del peso wélter entre Redondo, el campeón, y Perico Fernández el aspirante oficial. Nada menos que 1.100.000 pesetas fue la apuesta con la que adjudicó la pelea y por detrás quedó el maño Benito Escriche con novecientas mil pesetas. Se dio el caso curioso que esa oferta era el mayor presupuesto en una pelea por un título de España hasta esa fecha.

El combate creó una gran expectación, se celebró en el Poliedro de Ventas de Madrid el 28 de enero de 1983, y el recinto se llenó de público. Alfonso Redondo hacía la segunda defensa del título nacional que había ganado al catalán Antonio Casado en julio de 1982. Durante ese año hizo la primera defensa contra el excampeón de Europa, el burgalés Fernando Sánchez “Chino” al que derrotaría por KOT en seis asaltos, y la segunda sería contra el maño Perico Fernández.

La pelea fue de dominio completo por parte de Alfonso Redondo en los tres primeros asaltos.
En el cuarto, una derecha de Perico cazó a Redondo en el hígado, golpe que Redondo sintió, y menos mal que el asalto estaba acabando. Perico se dio cuenta de que le había hecho daño y entonces nada empezar el quinto asalto se fue a por Redondo y le volvía a tocar dejándolo KO. El combate lo iba ganado Redondo a los puntos.

Este triunfo supuso para Perico el inicio de una nueva etapa en su carrera, y antes de disputar esta pelea por el título wélter, su promotor Benito Escriche tenía casi firmada otra contra el sordomudo José Hernández para el título nacional del peso superwélter, del que Hernández era el campeón.

Al contrario del resultado, la carrera de Perico Fernández, que tenía 30 años, ya no brilló, aunque pudo disputar el europeo wélter ante el italiano Gianfranco Rosi con derrota por puntos, mientras que Redondo, de 21 años, cuatro años después sería el primer campeón de Europa español del peso wélter, derrotando a José Varela en Alemania, además de volver a ser campeón de España wélter y superwélter.

Alfonso Redondo y Perico Fernández se hicieron buenos amigos con los años y pasarían buenos ratos juntos. Alfonso siempre admiró las condiciones de Perico y fue un referente durante su carrera, manifestaría tiempo después, y por su parte Perico comentó que Alfonso fue el mejor rival al que se había enfrentado.