Daniel Pi
@BastionBoxeo

Lógicamente, por la gran disparidad en el nivel de los contendientes y, además, teniendo que descender de división el aspirante para este mundial, el campeonato WBA-IBF del peso superwélter entre el doble titular Jarrett Hurd (23-0, 16 KO) y el retador Jason Welborn (24-7, 7 KO) era visto como dinero fácil para el primero. La verdad es que la bolsa de 900.000 euros para Hurd (26.500 euros para Welborn) parecía un excesivo premio para el bajo nivel de exigencia de esta pugna, pero el campeón estadounidense no dejó demasiado buena imagen antes de sentenciar el combate con un KO en el cuarto round, resultando el choque algo menos fácil de lo esperado.

Siendo plenamente consciente de que no iba a tener una oportunidad igual en toda su carrera, Welborn, aprovechando que su adversario quiso esta vez ceder la iniciativa e intentar desplegar un boxeo más dinámico, tiró de fuerza de voluntad y trabajo para anotarse los primeros episodios. Y es que, lanzando ganchos al rostro con ambas manos y alguna fuerte derecha recta, Welborn alcanzó a un Hurd encerrado en las cuerdas.

De manera salteada, el campeón usó el jab y conectó potentes curvos al torso, pero la frecuencia de golpes del británico resultaba superior, por lo que en el cuarto episodio Welborn, sin que su rival ofreciese respuesta, alcanzó con muchos ganchos a la cabeza al local. Con todo, cansado de una táctica que no le daba resultado, Hurd avanzó sobre su retador y, en un cruce de golpes en corta, conectó un gancho diestro al hígado que hizo que Welborn no pudiese alzarse durante la completa cuenta del tercer hombre.

El plan era que Hurd mostrase que puede hacer otra cosa que arrollar a sus oponentes, tirando de técnica para superar a un púgil inferior a él, pero, pareciendo que ha experimentado una regresión en habilidad, el estadounidense se atascó y, peleando sin iniciativa, ofreció, durante lo poco que duró el combate, una actuación mucho peor a las que en el pasado realizó boxeando con espacios ante Frank Galarza y Óscar Molina. En cualquier caso, su fortaleza y su potencia, una vez más, resultaron decisivas, rompiendo el combate y manteniendo vivas las posibilidades de realizar, como está planeado, en verano de 2019 una triple unificación de coronas ante Jermell Charlo, con el que tuvo un careo al finalizar el combate.