Daniel Pi
@BastionBoxeo

Pese a que esta primera defensa obligatoria se esperaba algo más tarde en la temporada, el campeón mundial IBF del peso supergallo Ryosuke Iwasa (25-2, 16 KO), quizás pretendiendo con ello facilitar una última aparición en 2018 en una de las veladas japonesas de fin de año, vuelve a subirse a un ring este jueves, momento en el que, si bien no se medirá a un oponente de extrema dificultad, pasará una seria prueba a su regularidad y a su capacidad de adaptación.

El retador que entrará al Korakuen Hall de Tokio (Japón) con la idea de lograr su primera corona mundial será el irlandés residente en Australia TJ Doheny (19-0, 14 KO), que usa únicamente las iniciales de Terrence John, su nombre completo, por no gustarle éste. Al margen de dicha curiosidad, el púgil imbatido es en gran medida una incógnita al máximo nivel, puesto que, aunque tiene una pegada contundente y un aguerrido estilo combativo, sólo en una ocasión se ha enfrentado a un top 15, siendo éste el fogueado tailandés Pipat Chaiporn, al que venció en una eliminatoria por decisión dividida, eso sí, peleando como visitante y mereciendo claramente el triunfo.

Por lo demás, pasando por alto que Chaiporn ha caído derrotado en todas y cada una de sus peleas decisivas, acumulando doce derrotas, Doheny no se ha medido prácticamente a otra cosa que a púgiles modestos o muy modestos, sobresaliendo en su récord el nombre del excampeón mundial Sutep Wangmuk (más conocido como Denkaosan Kaovichit), aunque éste estaba al borde del retiro, en mala racha e inactivo cuando lo batió.

Así, será muy complicado para Doheny mantenerse al nivel y vencer a un boxeador con la precisión, experiencia y recursos técnicos de Iwasa, excampeón nacional japonés y continental OPBF además de titular mundial, que se ha medido en su trayectoria a púgiles de la talla de Shinsuke Yamanaka, Lee Haskins, Mark John Yap o Yukinori Oguni y que desde que ascendió desde el peso gallo tras su derrota ante el heterodoxo Haskins está en un estado de forma estupendo.

Lógicamente, existiendo muchas dudas en torno al encaje de Iwasa o, mejor dicho, respecto a los descuidos defensivos que facilitan que reciba duros golpes de poder, un valiente noqueador como Doheny, que ha logrado diez triunfos sin pasar del tercer round, siempre podrá encontrar una mano decisiva que sorprenda al monarca local y le imposibilite seguir combatiendo. Sin embargo, no se debe pasar por alto que Doheny, que peleará este jueves con un zurdo al igual que él, es un púgil con limitados recursos, no demasiado veloz, con una desventaja en alcance y altura de 8 y 6 cm y que prácticamente sólo usa su mano adelantada sin tensión y para preparar todo su repertorio de golpes con la izquierda.

Por todo ello, parece que si Iwasa logra contener la acometividad inicial del irlandés y evita manifestar dudas que puedan enardecer al aspirante, con sus buenas series de puños rectos, sus mejores esquivas y sus acertadas decisiones tácticas debería hacer que la victoria se acerque un poco más con cada minuto que transcurra, si bien la presión siempre presente de Doheny (no sabe pelear sin iniciativa) y su buena gestión de los tiempos de ataque pueden garantizar intrincados rounds y momentos complicados para el local.

En la báscula, Iwasa marcó 55,200 kg y Doheny 55,300 kg, el límite del peso supergallo, por lo que todo está listo ya para el choque.