Daniel Pi
@BastionBoxeo

En un abrir y cerrar de ojos todo terminó, habiéndose producido en los dos minutos que se prolongó el encuentro nada más que un puñado de acciones aisladas. De todos modos, éstas fueron suficientes para que el monarca mundial WBC del peso pesado Deontay Wilder (41-0-1, 40 KO) se hiciese con un triunfo por KO en el primer asalto sobre el retador obligatorio Dominic Breazeale (20-2, 18 KO) en el combate estelar del evento disputado la pasada madrugada en el Barclays Center de Nueva York (Estados Unidos).

Tras amenazar con dos directos de derecha, Wilder conectó otro golpe recto que dejó tocado a Breazeale, arrojándose sobre él en busca de terminar el enfrentamiento. Con todo, el aspirante, encerrado, se sacó de la nada una derecha que estremeció al campeón, que tuvo que agarrarse para pasar esos apuros verdaderamente momentáneos. Y es que instantes más tarde impactó otro derechazo para derrumbar aparatosamente sobre la lona a Breazeale, que se trató de alzar pero que lo logró tarde y ni siquiera se podía mantener estable.

Además de quitarse de encima la defensa obligatoria, que como se temía había sido tremendamente mal seleccionada por el WBC y Mauricio Sulaimán (éste y Wilder se dieron un larguísimo abrazo concluido el choque), “The Bronze Bomber” trató de quitarse de encima otro peso, el relativo a sus críticas y reproches, abrazando a Breazeale, al que había amenazado de muerte en repetidas ocasiones, y hablando con él después del combate. De ese modo intentó limpiar su afectadísima imagen, señalando en la entrevista que ambos habían resuelto ya sus diferencias como hombres y que incluso le había dicho a su rival que le quería.

Pese a este intento de mejorar su crédito, lo cierto es que seguramente la gente le siga recordando sus inadmisibles salidas de tono en el futuro (está por ver si también le pasarán factura de alguna manera ante el WBC). Respecto a lo que vendrá para el campeón en lo deportivo, tras su entrevista apareció en el ring Luis Ortiz en un claro intento de Showtime y PBC para comenzar a introducir la revancha ante Wilder, que seguramente sea la próxima pelea de ambos.